San Lorenzo arranca el campeonato con un DT inexperto y con menos plantel que el dirigido por Miguel Ángel Russo. Es el equipo grande más complicado, con números en rojo. La cuestión no pasa sólo por lo deportivo. El estado de situación del club en este momento tiene a muchos en estado de alerta, con el debut en el torneo Clausura previsto para este viernes a las 20, ante Talleres, en Córdoba.
Domingo 25 de mayo de 2025. Platense le gana a San Lorenzo por 1-0 en el Pedro Bidegain y lo saca de la final del Torneo Apertura, donde esperaba Huracán, para definir al campeón en Santiago del Estero. Pero poco pareció importar eso ya que se esperaba la palabra del entonces DT, Miguel Ángel Russo, de quien se venía hablando días antes del partido clave que su futuro estaría en Boca para dirigirlo en el Mundial de Clubes. A su manera, el entrenador respondió sin declaraciones terminantes, como casi siempre, pero en una frase dio a entender que no seguía. La consulta tuvo que ver con la planificación de San Lorenzo para el segundo semestre: “Para mi es un error no postergar el partido de Copa Argentina contra Quilmes. A San Lorenzo le va a costar mucho…”, y el silencio se adueñó de la sala de prensa Osvaldo Soriano del estadio. Con esa explicación, todos entendieron que era la última conferencia del hoy entrenador Xeneize con el buzo del Ciclón.
Hay que recapitular: a fines de abril de este año se muestra en cadena nacional una cámara oculta donde se ve al presidente Marcelo Moretti guardarse 25 mil dólares en el saco mientras recibía a la mamá de un juvenil de las inferiores en el despacho presidencial de la sede administrativa del club en Avenida La Plata y eso, casi un día más tarde, derivó en la licencia por tiempo indeterminado del dirigente. “Es algo que sigue siendo muy difícil de superar para todos”, le confió a LA NACION un hombre del día a día azulgrana.
Ante ese panorama, el club pasó a estar prácticamente inactivo mientras la Justicia allanaba la sede de Avenida La Plata, la causa avanzaba y se definía quién tomaba su lugar, ya que el vicepresidente primero, Néstor Navarro, intentó tomar las riendas del club pero se dio cuenta que, entre otros motivos, no iba a poder estar en el día a día por vivir en Uruguay, y decidió renunciar.
Con posturas divididas y buena parte de la oposición que clamaba por la renuncia del presidente ya en licencia y con reuniones suspendidas y luego llevadas a cabo con la AFA para intermediar, los nombres para tomar el timón fueron varios: se especuló con el tesorero Leandro Goroyesky, pero quedaron dos: el vicepresidente segundo Andrés Terzano y el vocal 7 del oficialismo, Julio Lopardo: luego de mucha negociación interna, quedó el ex cantante y empresario a cargo del club. Así, Lopardo, distanciado de Moretti en el último tiempo, cumplía su sueño luego de ser vicepresidente de Fernando Miele en los ’90 y desde ese mismo rol actualmente, ocupar el lugar del presidente en uso de la licencia. Así se lo presentaba formalmente en los primeros días de “gestión” que comenzó el jueves 8 de mayo de este año, hace ¡2 meses! y algunos días…
Con la salida de Russo, el nombre parecía puesto incluso desde antes, y era el entrenador de la división Reserva, Damián Ayude: siempre fue ayudante de campo (en la Argentina y en la selección de Venezuela comandada por el Bocha Batista, por ejemplo) su último paso en ese rol fue con el argentino Nicolás Larcamón, que sonó para llegar a San Lorenzo luego de la salida de Rubén Darío Insua en abril de 2024 y también había estado en el radar de Independiente.
Para ese momento, Ayude decidió hacer su propio camino y ante el llamado de San Lorenzo no dudó. En su primer semestre, llevó al equipo de Reserva a la final que perdió 2-1 ante River en el estadio de Platense y se posicionó muy bien para lo que venía. A tal punto que se reunió con dirigentes de Temperley y Nueva Chicago porque lo querían para dirigir a su equipo en la Primera Nacional, pero siempre estuvo coqueteando y nunca concretando, y con San Lorenzo sabiendo cada paso que daba ya que tenía la posibilidad de renovar su vínculo.
Ante la incertidumbre por su futuro pero con la certeza de apostar por él, un importante directivo le dijo: “Si te quedás, queremos que seas quien reemplace a Russo”. Sin plazos ni fechas para ello, el DT decidió renovar por todo 2025 con el club de Boedo. Poco más de 5 meses después, le llega la gran oportunidad de su vida. Incluso en un raid mediático durante la pretemporada, declaró en AM750: “San Lorenzo es súper tentador para cualquier futbolista, es un club gigante que te puede catapultar en tu carrera incluso también en mi caso”, en un llamado para aquellos jugadores que pueden llegar al club y en su situación, sabiendo que el Ciclón es un gigante apaleado pero que despierto puede ser voraz, con él como protagonista.
¿Pero cómo tener esa preponderancia en este fútbol, estando inhibido en 2 millones de dólares y teniendo menos plantel que el semestre pasado y con deudas por todos lados? Es una pregunta que en San Lorenzo nadie se anima a responder de manera concreta más allá de las consultas periodísticas. Mientras la oposición ya marchó en dos oportunidades pidiendo la renuncia de toda la Comisión Directiva para generar acefalía y así lograr el adelantamiento de las elecciones, el oficialismo busca no hacer locuras, apostar a los pibes que jugaron dos finales en 6 meses con la Reserva (perdieron la segunda hace algunos días ante Vélez, en la cancha de Platense) y vender…, vender para pagar deudas, cuando ya se fue Elián Irala a Emiratos Árabes, Malcom Braida a Boca e Iker Muniain, por motivos personales pero también por el día a día del club, decidió retirarse del fútbol.
“La semana que viene pagamos las inhibiciones. Será en un pago a los clubes y refinanciaremos con los futbolistas”, le confiaron de manera irrefutable a LA NACION desde el seno del oficialismo. Las mismas son para Monterrey de México por Adam Bareiro, al Austin de la MLS por Jhohan Romaña, cargos administrativos a la FIFA (¡por 1.000 francos suizos!), Diego Torito Rodríguez y otras dos por el colombiano Cristian Zapata. Como agua en el desierto, el Ciclón recibirá un pago de 1.800.000 de dólares por Elián Irala y con ese dinero, buscará quedar al día para luego pensar en las posibles incorporaciones.
Esos futbolistas que están más cerca de llegar y que “se buscan para darle volumen al plantel y generar competencia interna, pero la clara apuesta es por los pibes”, le comentaron a este medio desde el cuerpo técnico y la dirigencia, son el mediocampista izquierdo Leandro Allende de Quilmes y el marcador central paraguayo Saúl Salcedo, actualmente en Newell’s Old Boys de Rosario. Sin hacer locuras, la idea es traer dos o tres incorporaciones más (un mediocampista de juego y un delantero preferentemente) para tener más variantes.
En paralelo, se supo que Gastón Campi y Nicolás “Carnicero” Hernández reclaman US$ 1.500.000 y 600.000, respectivamente. Irían a juicio por estas deudas, pero existe la posibilidad que ambas vayan por el carril de la FIFA y el mercado de pases siguiente también sea testigo de una eventual inhibición. Además, Francisco Fydriszewski reclamaría 900 mil dólares por despido injustificado, pero formalmente al club aún no llegó nada.
La mayor incertidumbre, interna y externamente en San Lorenzo es la institucional, ya que nadie se anima a plantear qué puede pasar con el club en los próximos meses, ante los diferentes pedidos de renuncia y adelantamiento de elecciones. ¿La intervención? Hay respaldo en las oficinas de la AFA para evitarla, con la foto que se sacaron Claudio Tapia y Lopardo hace una semana como mensaje, mientras sobrevuela no solo el posible regreso de Moretti, sino también la figura de las SAD ante tanto desconcierto. Así, con juveniles, un DT dando sus primeros pasos y un club que puede estallar en cualquier momento, comienza el torneo Clausura para San Lorenzo.