El presidente del Senado de Chile, Manuel José Ossandón, desmintió este jueves las declaraciones realizadas por su par boliviano y candidato presidencial Andrónico Rodríguez, quien había afirmado que conversó con el legislador sobre la concesión un puerto marítimo en la localidad de Tocopilla, 1.500 kilómetros al norte de Santiago.
“En ningún momento, ni en forma oficial ni extraoficial, le he planteado la idea de ceder un puerto chileno”, expresó Ossandón y agregó que lo señalado por Rodríguez “carece de veracidad”, según declaraciones recogidas por el periódico El Mercurio y citadas por la prensa boliviana.
El legislador chileno admitió haber sostenido reuniones con su par boliviano en el marco del Parlamento Andino y dijo que éstas se limitaron a temas de integración comercial y cooperación regional, descartando discusiones sobre concesiones portuarias. “Tal propuesta no solo excede mis atribuciones como presidente del Senado, sino que además corresponde exclusivamente al ámbito de competencia del Presidente de la República”, respondió.
La aclaración se produce luego de que Rodríguez, durante la presentación de su plan de Gobierno, manifestara: “Cuando conversábamos con el presidente del Senado de Chile, él decía: nosotros tenemos la posibilidad de cederles en concesión de 30, 40, 50 años el puerto de Tocopilla, pero restablezcamos relaciones plenas con Chile”.
Ossadón ratificó que conversaron sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países pero precisó que las decisiones corresponden al Estado chileno en su conjunto. “Lo que sí es cierto es que he sostenido conversaciones con él, principalmente orientadas a facilitar el comercio regional y fomentar una mayor integración económica entre nuestros países”, afirmó el legislador chileno.
Tras las aclaraciones públicas de Ossadón, Rodríguez explicó que las conversaciones se enmarcaron en el ámbito de sus competencias y sobre “posibles gestiones” con otros órganos de Estado que serían de beneficio para ambos países, y afirmó que su declaración no fue oficial.
La cuestión marítima ha sido el eje de tensión entre las dos naciones que no tienen relación a nivel de embajadores desde 1978 tras el reclamo boliviano de acceso al océano Pacífico, perdido en la Guerra del Pacífico (1879-1884). La tensión llegó a su punto más álgido en 2013 cuando el ex presidente Evo Morales (2006-2019) interpuso una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para negociar el “acceso soberano” al mar. En 2018 el tribunal determinó que el Estado chileno no tiene la obligación legal de negociar con Bolivia.
Por otro lado, en 2016 Chile presentó contra Bolivia una demanda por las aguas del Silala, un caudal que nace en suelo boliviano y que sigue su recorrido por territorio chileno, aunque Bolivia sostuvo en el litigio que los manantiales fueron canalizados artificialmente por unas obras realizadas en la década de 1920. En 2022, la CIJ saldó la controversia luego de valorar que Chile y Bolivia estuvieron de acuerdo durante el proceso que el Silala es un río internacional, por lo que consideró que “no está llamada a tomar ninguna decisión”.
Pese al acercamiento ideológico entre Luis Arce y Gabriel Boric, las relaciones de sus países no han prosperado en los últimos años, fuera de acuerdos migratorios y de seguridad fronteriza. En marzo de este año, la administración de Arce decidió cerrar la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), creada en 2011 para proponer estrategias para la causa marítima y el uso de aguas internacionales, tras considerar que “los objetivos para los que fue creada ya llegaron a su final”.
“Con estas decisiones ingresaremos en una nueva etapa en la relación con Chile (…) en la que nuestro derecho por obtener una salida al mar seguirá siendo el tema más importante”, afirmó el mandatario.