Demasiado (Too Much, Estados Unidos, Reino Unido/2025). Creado por: Lena Dunham y Luis Felber. Dirección: Lena Dunham. Elenco: Megan Stalter, Will Sharpe, Rita Wilson, Richard E. Grant, Naomi Watts, Rhea Perlman, Andrew Rannells. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: muy buena.
“Siempre intento moderar mis expectativas”, miente Jessica, la protagonista de Demasiado, la serie que se estrena este viernes en Netflix. Desde el primer episodio, la ficción creada por Lena Dunham, la guionista, actriz y directora detrás de aquel fenómeno cultural que fue Girls, parece estar anunciando que lo que vamos a ver no es aquel revolucionario programa que le dio voz a los millenials y los transformó en objeto de burla de todos los demás, sino la historia de un amor complicado y desprolijo pero autoconsciente y nunca tóxico. Un estado que ninguno de los vínculos de la serie de HBO lograba alcanzar.
En principio resulta sencillo intentar comparar a Jessica con Hannah, el personaje que la propia Dunham interpretaba en Girls. Aunque si bien ambas tienen más de una coincidencia, un par de residentes de Brooklyn con cuerpos no hegemónicos en busca del amor, sus diferencias son las que prevalecen. Es que el personaje central de Demasiado tiene el corazón roto pero eso no la vuelve insensible, pretenciosa ni egocéntrica, tres de las cualidades que prevalecían en la forma de ser de Hannah.
Por más herida y perdida que esté Jessica, interpretada por Megan Stalter, la revelación de la comedia Hacks, ella existe en el mundo, se conecta con los demás y aunque sabe que si a veces es demasiado intensa, demasiado sensible, demasiado en general, también tiene una chispa de vitalidad contagiosa.
O al menos solía tenerla hasta que Zev (Michael Zegen, La maravillosa Mrs Maisel), su novio de años, decide terminar la relación y comienza un romance con Wendy (Emily Ratajkowski), una influencer y modelo que se convierte en la pesadilla de Jess y en la interlocutora preferida de los videos que graba a modo de confesionario o de diario íntimo digital que publica en sus redes (pero que solo ella puede ver).
Una mujer mucho más allá del borde de un ataque de nervios, Jess vive con su mamá (Rita Wilson), su hermana recientemente divorciada (Dunham) y su abuela, -interpretada por la legendaria Rhea Pearlman (Cheers, Barbie)- que le expresa su amor como puede. “Tenés mucho corazón, no tenés cintura, pero tenés un corazón enorme”, le dice a su nieta como despedida cuando la protagonista decide aceptar una oferta de trabajo en Londres, donde se imagina como una de las heroínas de las historias de amor ambientadas en la campiña inglesa que son su “único consuelo”.
De la fantasía de ser parte de la película Sensatez y sentimientos, la adaptación de la novela de Jane Austen protagonizada por Emma Thompson, Hugh Grant, Kate Winslet y Alan Rickman, al deslucido edificio del este de la capital inglesa que se transforma en su nuevo hogar, la decepción inicial de Jess se reduce cuando conoce a Felix (Will Sharpe, de White Lotus, Un dolor real). El músico que está en busca de su lugar en el mundo la hace sentir que ella encontró el suyo.
Anunciada como una comedia romántica -cada uno de los diez capítulos hace referencia a un hito del género- y llena de referencias a algunas de las películas románticas más destacadas de los años 90 como Un lugar llamado Notting Hill, Realmente amor y a su autor, Richard Curtis, Demasiado es una historia de amor con elementos de comedia y drama. Pero es más que eso: se trata de una ficción que sabe lo que quiere contar y lo hace sin trampas ni artilugios. Que esquiva la tentación de concentrarse en las diferencias culturales entre norteamericanos e ingleses y, sobre todo, no tropieza con los insensibles estereotipos ni las postales turísticas que integran a la insoportable Emily en París.
Dunham y el músico Luis Felber, su marido, cocrearon la serie, que dicen está muy libremente basada en su relación, y la poblaron de escenas divertidas y personajes únicos pero nunca tan estrambóticos como para transformarlos en caricaturas. El grupo está integrado por Jonno -el dueño de la agencia de publicidad londinense donde recala Jess, interpretado por el siempre fantástico Richard E. Grant-, y su sofisticada esposa -encarnada por la igualmente talentosa Naomi Watts- y el excuñado de la protagonista a cargo Andrew Rannells. Más allá del talento de los actores secundarios, cuando no interactúan con la protagonista el guion no logra ensamblar sus historias con el resto del relato.
“Sos demasiado”, le dice Felix a Jess en la que parece su primera pelea. “Quizás no es que yo sea demasiado sino que vos no sos suficiente”, le espeta la protagonista a la defensiva hasta que entiende que para él “ser demasiado no es un insulto, sino algo bueno”. Y así, el malhumorado, amable y traumatizado músico se transforma en una versión del héroe romántico diferente a la que ella imaginaba, pero exactamente la que necesitaba.