Las hojas de chayote son las hojas de la planta Sechium edule, misma de la que proviene el fruto conocido como chayote.
Estas hojas son de tamaño grande, forma acorazonada y color verde intenso. Se caracterizan por su textura ligeramente áspera y bordes dentados.
Las hojas de chayote son comestibles y, en diversas regiones de América Latina, se utilizan en la cocina donde se consumen cocidas en sopas, guisos, tamales o como verdura salteada, ya que contienen fibra, vitaminas y minerales.
Además, en la medicina tradicional, se les atribuyen diversas propiedades, sobre las cuales te contamos a continuación.
Cuáles son las propiedades curativas de las hojas de chayote
Las hojas de chayote se han utilizado en la medicina tradicional para diversos fines.
Algunas de las propiedades atribuidas, con respaldo principalmente en el conocimiento popular y en algunos estudios preliminares, incluyen:
- Efecto diurético: Su consumo ayuda a aumentar la eliminación de líquidos a través de la orina, lo que puede favorecer en casos de retención de líquidos o presión arterial elevada.
- Propiedades antioxidantes: Contienen compuestos fenólicos y flavonoides que ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres.
- Apoyo en el control de la presión arterial: El uso tradicional señala que las hojas de chayote pueden contribuir a regular la presión arterial.
- Efecto antiinflamatorio: Se emplean infusiones de hojas de chayote para aliviar molestias inflamatorias leves o dolores articulares.
- Mejora de la digestión: Las hojas pueden colaborar en la función digestiva gracias a su contenido de fibra y otros compuestos.
Cómo preparar un té de hojas de chayote
Una de las mejores maneras de obtener sus beneficios es mediante el consumo de una infusión preparada con estas hojas y aquí te decimos cómo prepáralo.
Ingredientes
- 3 a 5 hojas frescas de chayote, bien lavadas
- 1 litro de agua
Preparación
- Hierve el litro de agua en una olla.
- Añade las hojas de chayote al agua hirviendo.
- Reduce el fuego y deja hervir durante 8 a 10 minutos.
- Retira del fuego y deja reposar al menos 5 minutos.
- Cuela el líquido para retirar las hojas.
- Sirve caliente o a temperatura ambiente.
El té puede consumirse solo o endulzado ligeramente con miel, si se desea.
Se recomienda tomar una taza al día y no exceder su consumo sin orientación médica, especialmente si existen problemas de presión arterial o afecciones renales.