Los Junior Springboks eliminaron a los Pumitas en las semifinales de la 15ª edición del Campeonato Mundial U20, que se realiza en Italia. Nuestro representante padeció una derrota inapelable por 48-24, y los sudafricanos definirán el título frente a Nueva Zelanda, vencedor de Francia por 34-26 en el cruce por el otro lado de la llave, el próximo sábado, a las 15.30, en la ciudad de Rovigo.
El mejor equipo del torneo, de acuerdo con los números recogidos en la etapa inicial, fue demasiado complejo de contener, primero, y de vulnerar, después, para un seleccionado albiceleste voluntarioso, que nunca logró revertir la fragilidad defensiva evidenciada desde el debut frente a Gales. Un déficit que se vio notoriamente expuesto en la caída con Francia (56-22), el miércoles pasado, en el último partido de la zona clasificatoria, y repetido en esta ocasión. Aquella noche, en Verona, los chicos, entrenados por Nicolás Fernández Miranda, echaron mano al coraje que caracteriza a los albicelestes (juveniles o senior) para lograr el punto bonus ofensivo (cuatro tries), lo que les permitió pasar de ronda como el mejor segundo de los tres grupos.
En este certamen, ningún seleccionado consiguió tantos puntos como Sudáfrica (178), y sólo Nueva Zelanda recibió menos (46 de los vestidos de negro contra 53 de los de camiseta verde). Nadie apoyó tantas veces la pelota en el ingoal contrario (26 veces en tres partidos) como ellos. A esa potencia se enfrentaron los argentinos y, a pesar de las diferencias -técnicas y físicas-, bastante buen papel cumplió el elenco capitaneado por Felipe Ledesma, el centro del San Isidro Club, en el caluroso anochecer de Viadana, en la región de Lombardía.
La incuestionable derrota manda a los Pumitas a jugar por el tercer puesto, contra Francia, el próximo sábado, a partir de las 13, en Calvisano, también en Lombardía. En caso de ganarle a los galos, nuestro equipo igualará su mejor ubicación en la historia de la competencia, el tercer lugar alcanzado en Inglaterra 2016. En cambio, si pierde, quedará cuarto, al igual que en Sudáfrica 2012 y Argentina 2019, en las sedes de Santa Fe y Rosario. Sudáfrica buscará su segunda estrella mundialista de la categoría; la primera la obtuvo en su propia tierra, allá por 2012.
Otro mal arranque argentino, desconcentrado y con demasiados errores, hipotecó la esperanza de llegar a la final. En una ráfaga, los Baby Boks definieron el asunto. Cuatro tries en algo más de veinte minutos y a regular. Argentina volcó en la cancha el plus que transmiten la camiseta y el escudo, y volvió dejar el alma frente al adverso panorama y el superior contrincante. Dio la cara, dominó de a ratos, en el segundo tiempo, y mejoró notoriamente la imagen, pero no le bastó. Golpeó las puertas del ingoal rival un par de veces y le faltó hasta cierta dosis de suerte para concretar tries.
El premio al tesón lo tuvo a poco de concluir el match, con una lucida acción de Valentino Reggiardo finalizada por Ramón Fernández Miranda junto a la bandera izquierda. Durísimos en el contacto, renovados con piernas frescas desde el banco, y efectivos en los pocos contraataques lanzados, como el ejecutado sobre la hora, por medio del wing Cheswill Jooste, los sudafricanos estiraron la ventaja, frustraron el esfuerzo de los Pumitas y se llevaron un merecido éxito.