Alfonso Solis es hijo de mexicanos y decidió interrumpir sus vacaciones para ayudar en las tareas de rescate en Texas, tras las trágicas inundaciones que dejaron al menos 130 muertos. Además de aportar su gran experiencia en rastreo y rescate, el latino ayuda a que las familias hispanohablantes se comuniquen con las autoridades locales.
Ayuda a las víctimas de las inundaciones en Texas que no hablan inglés
Solis, de 47 años, es residente de Mesquite, condado de Dallas, y es instructor de seguridad en escuelas. Al tener una gran experiencia en tareas de rastrillaje y hablar español, decidió asistir a las familias migrantes que residente en Texas. “Si tienes conocidos desaparecidos en Kerrville, mándame un mensaje. Estoy en el área”, ofreció ayuda en una publicación de Facebook.
El hombre, hijo de mexicanos, se encontraba de vacaciones por primera vez en seis años cuando decidió regresar y ayudar a las víctimas tras el desborde del río Guadalupe en Kerrville. El agua subió más de siete metros en cuestión de horas. “Yo hago rescate y auxilio, y hemos encontrado personas, pero sin vida”, explicó en una entrevista con CNN.
La ciudad quedó completamente desbastada y todavía hay personas desaparecidas. “Una cosa es verlo en televisión, otra cosa es vivirlo, hablar con las familias, escuchar la desesperación en su voz, verlos llorar… Es algo bien difícil”, expresó el voluntario.
Además de ofrecer su experticia en rastreo y rescate, Solis es uno de los pocos latinos que forman parte del grupo de capellanes que asisten en la zona. Su español ha servido como puente entre las familias y las autoridades.
“Estoy aquí también para la gente latina, para que quienes tienen familiares aquí y están lejos, o quienes no hablan el idioma puedan comunicarse conmigo, y yo intento obtener información”, remarcó.
Tareas de rescate en un terreno desafiante
La valentía de Solis está marcada por una gran perdida en 2007, cuando su primera esposa falleció súbitamente solo días después del nacimiento de su primera hija. Decidió donar los órganos de su esposa, lo que salvó la vida de cinco personas y durante años trabajó con instituciones dedicadas a la donación. Hasta que comenzó a instruir personas en tareas de auxilio.
El grupo de rescate con el que trabajó en Kerrville está compuesto por personas que él mismo instruyó hace años. También, hay familias que buscan a sus parientes o que tratan de colaborar en las tareas.
Sin embargo, el latino explicó que el terreno es muy desafiante y peligroso. “Una cosa es buscar a un niño que se pierde en el monte, o un anciano que se escapó de la casa… pero esto es algo muy diferente”, aseveró.
De acuerdo al administrador de la ciudad de Kerrville, Dalton Rice, las aguas de las inundaciones incluso arrastraron a algunos rescatistas experimentados. “Así de rápido sucedió. Socorristas con experiencia, capacitados para aguas rápidas”, señaló.
Solis comentó que tuvieron que solicitarle a las familias que dejen de buscar para no exponerse a situaciones peligrosas. “Algunos estaban caminando en el río de noche, con lámparas. Es entendible, pero lo último que necesitamos es también tener que rescatarlos a ellos”, expresó.
Si bien el voluntario tuvo que volver a su trabajo en una escuela, todavía ofrece su asistencia en redes sociales, reúne equipos y herramientas para ayudar en las búsquedas. Y su compromiso se mantiene intacto.