Tras presidir el pasado martes la Junta General de Accionistas de Inditex y pronunciar un emotivo discurso en homenaje a su padre, Amancio Ortega, y a su espítiru de trabajo y equipo con motivo del 50º aniversario de la apertura de la primera tienda de Zara, Marta Ortega ha disfrutado de uno de sus planes favoritos del verano, el torneo hípico de Casas Novas, en A Coruña.
A pesar de que hace tiempo que dejó de competir, la presidenta del gigante de la moda no se ha perdido el Concurso de Saltos Internacional y el Campeonato Europeo de Saltos Longines FEI que se están celebrando en el centro hípico que su progenitor construyó para ella hace ahora 25 años, y lo ha hecho acompañada por su marido Carlos Torreta, y por sus hijos Matilda y Manuel -en esta ocasión el gran ausente fue su primogénito, Amancio, fruto de su relación con el jinete Sergio Álvarez Moya- mostrando su faceta más familiar.
Tan enamorados como el primer día a punto de cumplir su 7º aniversario de boda, Marta y el empresario se mostraron de lo más cómplices y cariñosos, protagonizando una preciosa escena cuando la hija de Amancio Ortega apoyó la cabeza sobre el hombro de su marido mientras observaban atentamente la competición, intercambiando confidencias y miradas que reflejan el gran momento que están viviendo tanto a nivel personal como profesional.
Dando una nueva lección de estilo en clave ‘efortless chic’, y tras cautivar con un vestido en color mantequilla en la Junta de Accionistas de Inditex, su presidenta ha derrochado clase con un look casual en clave primaveral protagonizado por una chaqueta larga de lino con efecto arrugado en color beige, que combinó con unas originales sandalias planas en negro con cierre acolchado al tobillo, y un vestido midi de cuadros en azul marino y marrón con abertura frontal.
Una madraza, Marta estuvo pendiente en todo momento de sus hijos pequeños, llevando en brazos al pequeño Manuel cuando se cansó de corretear por el circuito, mientras Carlos se encargó de coger a Matilda, encantada al cuello de su papá.