Bajo el cálido sol del Mediterráneo y rodeada de historia, arte y glamour, Fuschia Kate Sumner (43), hija del legendario Sting (73), vivió uno de los momentos más mágicos de su vida al dar el “sí, quiero” al director creativo Max Wright. Las celebraciones, que se extendieron durante tres días, tuvieron lugar en el encantador pueblo de Noto, Sicilia, conocido por ser escenario de la serie The White Lotus y donde se casaron Chiara Ferragni y Fedez.
Todo comenzó con una animada fiesta callejera al más puro estilo italiano, donde los invitados disfrutaron de las delicias locales y música en vivo. La noche terminó con una emotiva representación de una serenata tradicional en el Teatro Comunale Tina di Lorenzo, un guiño a las raíces culturales de la región. El gran día, el sábado 12, se celebró en la idílica villa Dimora delle Balze, enmarcada en un paisaje de olivos y lavandas. Allí, Sting, visiblemente emocionado, acompañó a su hija al altar y dijo unas palabras que arrancaron risas y lágrimas entre los presentes. “No sabía qué pensar de Max al principio”, bromeó el artista sobre su flamante yerno, “pero pronto descubrí que era un tipo encantador”.
Para su casamiento, Kate deslumbró con un vestido confeccionado por Valentino, que llevaba las iniciales de su nombre bordadas en la falda de tul. Max, por su parte, lució un traje sin corbata que acompañó con zapatillas Prada.
La boda fue también un emotivo reencuentro familiar. Estuvieron presentes Trudie Styler, pareja de Sting, y la actriz Frances Tomelty, primera mujer del cantante y madre de la novia. Los hermanos de Kate tuvieron roles protagonistas: Joe ofreció un show en vivo, mientras que Mickey fue una de las damas de honor. El momento más tierno llegó cuando el hijo de la pareja, de apenas un año, estuvo –en brazos de su mamá– durante la ceremonia. La gran noche concluyó con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo siciliano.