Aunque no existe al día de hoy una cura para el Alzheimer, se sabe que hay hábitos de riesgo que se pueden cambiar durante la juventud para reducir las posibilidades de desarrollarlo en la vejez. El neurorradiólogo de California, Daniel Amen detalla cuáles son.
Alzheimer: qué indicadores de la salud se debe tener en cuenta
BRIGHTMINDS (“mentes brillantes” en inglés) es un acrónimo de diferentes palabras que contienen los factores que se deben cuidar en la juventud para mantener una buena salud neurológica en la tercera edad.
En un artículo publicado en su sitio web, titulado Proven Ways to Reduce the Risk of Alzheimer’s Disease and Dementia (Formas comprobadas de reducir el riesgo de Alzheimer y demencia, en español), Amen explica que, al reducir los factores de riesgo del deterioro cognitivo se marca una gran diferencia, especialmente si se presta atención en estas áreas específicas de la salud:
- B. Flujo sanguíneo y presión alta (blood flow and high blood pressure).
- R. Retiro, envejecimiento y declive cognitivo (retirement, aging, and cognitive decline).
- I. Inflamación (inflammation).
- G. Genética (genetics)
- H. Traumatismo craneal (head trauma).
- T. Toxinas (toxins).
- M. Salud mental (mental health).
- I. Sistema inmunológico (immune system).
- N. Neurohormonas (neurohormone issues).
- D. Diabetes y obesidad (diabesity).
- S. Sueño (sleep).
El médico especialista recomienda realizar ejercicio todos los días y tener buenos hábitos alimenticios para mantener la salud cardiovascular y fomentar el correcto flujo sanguíneo al cerebro.
Otro de los aspectos importantes es que los pacientes no dejen de aprender, pese al envejecimiento, y ocupen sus años de retiro en pasatiempos y actividades sociales que eviten el aislamiento.
La genética es una advertencia para implementar acciones preventivas desde temprana edad, pues aunque no es un factor que marque el destino de los pacientes, sí puede aumentar el riesgo.
El médico advierte que las lesiones en la cabeza son peligrosas y debe implementarse el uso de casco en ciertas actividades como conducir motocicletas, patines o bicicletas, entre otras.
Las adicciones deben erradicarse, pues sustancias como el alcohol, la marihuana y otros elementos tóxicos dañan las funciones del cerebro y lo envejecen.
Cuidar de la salud mental es necesario, pues ciertos trastornos afectan la memoria. El Dr. Amen comparte que también debe fortalecerse el sistema inmunológico y cuidarse de los desequilibrios hormonales.
Enfermedades como la diabetes y la obesidad son factores de riesgo importantes que pueden tratarse para evitar la demencia. Finalmente, se debe dormir al menos seis horas para evitar el riesgo de desarrollar Alzheimer durante la vejez.
¿Qué hacer para evitar el deterioro cognitivo?
Algunas de las actividades específicas que el especialista recomienda a todos sus pacientes para evitar el desarrollo cognitivo son:
- Caminar 30 minutos al día
- Aprender algo nuevo cada día
- Consumir pescados y grasas saludables
- Realizarse pruebas si hay antecedentes familiares
- Comer frutas y verduras
- Tomar suficiente agua
- Monitorear los niveles hormonales
- Dormir de siete a ocho horas diarias
- Evitar pensamientos negativos o pedir ayuda profesional
- Dieta sin azúcar refinada, ultraprocesados o grasas saturadas
Los síntomas del Alzheimer
La Asociación de Alzheimer explica que existen diferentes síntomas que aparecen en los pacientes de acuerdo a la etapa del deterioro cognitivo que presenten. Algunas de las señales de alerta durante una etapa temprana son:
- Pérdida de memoria que afecta la vida cotidiana
- Confusión de lugar y tiempo
- Dificultad para hacer planes o resolver problemas
- Problemas de lenguaje
- Cambios de humor
- No poder concretar tareas que antes parecían simples
Los médicos explican que esta enfermedad se inicia en el cerebro muchos años antes de que se presenten los primeros síntomas, por lo que es importante crear buenos hábitos y enfocarse en la reducción de los factores de riesgo.
El daño cerebral puede iniciarse a los 20 años, pero manifestarse hasta que el paciente tenga de 40 a 60 años. La detección temprana es crucial en el tratamiento, pues previene un mayor deterioro cognitivo, pues aún no existe una cura para el Alzheimer.