SWEIDA, Siria.- La provincia de Sweida, en el sur de Siria, recuperaba una calma relativa el domingo, según informaron una oenegé y corresponsales de AFP, tras el anuncio del gobierno islamista de que los combatientes beduinos se había retirado de la ciudad y que un enviado estadounidense señalara que se estaba implementando un acuerdo para poner fin a los enfrentamientos. La semana de violencia entre combatientes drusos y grupos rivales dejó más de 1100 muertos.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), contabilizó 1120 muertos desde el comienzo de los enfrentamientos, que estallaron el 13 de julio entre grupos drusos y beduinos sunitas en la región de Sweida. La cifra incluye 427 combatientes drusos y 298 civiles de la minoría, así como 354 miembros de la seguridad del gobierno y 21 beduinos sunitas.
Los enfrentamientos provocaron el desplazamiento de 128.000 personas, informó este domingo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Presentes en las afueras de esta ciudad predominantemente drusa, periodistas de AFP informaron que no se produjeron enfrentamientos en la mañana, mientras que los convoyes humanitarios se preparaban para entrar.
Desde la medianoche, “Sweida ha estado relativamente tranquila”, dijo el OSDH, añadiendo que las fuerzas de seguridad bloquearon las rutas que conducen a la provincia para impedir la llegada de combatientes tribales.
El Gobierno anunció el fin de los combates en la ciudad de mayoría drusa, que había sido tomada por grupos de esta minoría religiosa, y el Ministerio del Interior anunció durante la noche que se evacuaron de la ciudad a todos los combatientes tribales y que habían cesado los enfrentamientos. Un vocero del Consejo Sirio de Tribus y Clanes confirmó a Al Jazeera que los combatientes habían abandonado la ciudad “en respuesta al llamado de la presidencia y a los términos del acuerdo”.
Escalating hostilities can only be contained with an agreement to pause violence, protect the innocent, allow humanitarian access, and step back from danger. As of 17:00 Damascus time, all parties have navigated to a pause and cessation of hostilities. The next foundation stone…
— Ambassador Tom Barrack (@USAMBTurkiye) July 20, 2025
Con centenares de muertos, el derramamiento de sangre de Sweida es una importante prueba para el presidente interino Ahmed al-Sharaa, que llevó a Israel a lanzar ataques aéreos contra las fuerzas gubernamentales la semana pasada, al tiempo que declaraba su apoyo a los drusos.
Ahmed al Sharaa, que llegó al poder tras derrocar al presidente Bashar al Assad en diciembre, reafirmó el sábado su compromiso de proteger a las minorías y destacó “el importante papel desempeñado por Estados Unidos, que confirmó su apoyo a Siria”. El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, afirmó este domingo que el país se encuentra en una “momento crítico”, por lo que pidió que “prevalezcan la paz y el diálogo”.
El anuncio del alto el fuego por parte de Siria se produjo pocas horas después de que estados Unidos dijera que había negociado una tregua entre Israel y Siria para evitar una escalada. Israel bombardeó posiciones gubernamentales en Sweida y Damasco a principios de semana. El sábado, Siria anunció un alto el fuego en la provincia de Sweida y comenzó a redesplegar fuerzas con el objetivo de restablecer la paz.
Crisis humanitaria
El gobierno ya había desplegado sus fuerzas el martes en Sweida, antes de retirarlas tras los bombardeos israelíes. Israel afirma que quiere proteger a la minoría drusa y que se siente amenazado por la presencia de fuerzas gubernamentales cerca de su frontera. Fue entonces cuando se acordó un alto el fuego entre Siria e Israel, bajo la tutela de Estados Unidos.
Mientras se creía que los convoyes humanitarios estaban ya preparados para entrar a la ciudad, médicos locales confirmaban a los corresponsales de AFP que aún no llegó ninguna ayuda médica o humanitaria. Los habitantes, confinados en sus casas, no tienen electricidad ni agua y empiezan a escasear alimentos. “Hasta la fecha, un total de 128.571 personas han sido desplazadas desde el inicio de las hostilidades”, señala un informe de la OIM, precisando que los desplazamientos de la provincia de Sweida “aumentaron considerablemente el 19 de julio, con más de 43.000 personas desplazadas en un solo día”.
Imágenes de AFP mostraron el sábado a combatientes tribales en Sweida, algunos con el rostro enmascarado, disparando armas automáticas. Se vieron decenas de casas y autos incendiados y hombres armados prendiendo fuego comercios tras saquearlos.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, instó a Siria a “pedir cuentas y llevar ante la justicia a los culpables de atrocidades, incluidos los de sus propias filas”. Las autoridades sirias deben utilizar “sus fuerzas de seguridad para impedir que el Estado Islámico y otros yihadistas violentos entren en la región y perpetren masacres”, escribió en X.
The U.S. has remained heavily involved over the last three days with Israel, Jordan and authorities in Damascus on the horrifying & dangerous developments in southern Syria.
The rape and slaughter of innocent people which has and is still occuring must end.
If authorities in…
— Marco Rubio (@marcorubio) July 20, 2025
El grupo Estado Islámico se había hecho con el control de amplias franjas del territorio sirio e iraquí antes de ser derrotado en 2019. Pero mantuvo su presencia, principalmente en el desierto sirio.
La nueva violencia entre comunidades debilitó aún más el poder de Sharaa, en un país marcado por casi 14 años de guerra civil. En abril, los combates mataron a más de 100 personas y en marzo, las masacres dejaron más de 1700 muertos, según un informe del OSDH.
La comunidad drusa de Siria contaba con unas 700.000 personas antes de la guerra civil. Esta minoría también está presente en Líbano e Israel.
Agencias AFP y Reuters