Después de acompañar a su marido, Mauricio Macri (66), a la final del Mundial de Clubes en Nueva Jersey, Estados Unidos, el 13 de julio pasado, Juliana Awada (51) voló a Italia con sus hijas Valentina Barbier (22, fruto de su primer matrimonio con Bruno Barbier) y Antonia Macri (13), para pasar unas vacaciones “de chicas” en la costa italiana.
El destino elegido fue Forte dei Marmi, una encantadora localidad de la provincia de Lucca, en la Toscana, donde las callecitas bordeadas de pinos y glicinas invitan a perderse en dirección oeste hacia el mar de Liguria, con el marco de los Apeninos en el este.
Las tres pasearon en las bicicletas de onda vintage, con canastos de mimbre, que la Pensione America –uno de los hoteles más elegantes del lugar– pone a disposición de los pasajeros y disfrutaron de las tardes al sol en la playa luego de almorzar en tranquilos balnearios –la mayoría son privados–, como Bagno Piemonte, Bagno Marzia, conocido por sus construcciones blancas con puertas y persianas de rojo brillante, y Bagno Bruno, donde probaron los platos de pastas y de frutos de mar.
“Italia, ti amo”, escribió Juliana junto a algunas de las fotos de las vacaciones que compartió en Instagram, feliz de pasar con sus hijas unos días inolvidables.