Sandra Gago y Feliciano López forman, desde que sus caminos se cruzaron en 2017, una de las parejas más sólidas y enamoradas del panorama nacional. Casados desde 2019 y con dos hijos pequeños en común -Darío, de 4 años, y Marco, de 1- la modelo y el extenista han revelado en más de una ocasión que el secreto de su felicidad pasa por sacar tiempo para ellos y, aparcando su faceta de papás, disfrutar de una cita romántica de vez en cuando.
Y eso es precisamente lo que han hecho. Aprovechando sus últimos días en Madrid antes de iniciar sus vacaciones familiares en la Costa del Sol, Feliciano y Sandra se han regalado una velada para dos en uno de los restaurantes más conocidos de la capital de la que Europa Press ha sido testigo de excepción.
Tras una cena que se alargó hasta altas horas, la enamorada pareja abandonaba el local derrochando sonrisas y confidencias para regresar a casa con sus pequeños. Mientras el extenista se ha mostrado parco en palabras y ha hecho oídos sordos a las preguntas sobre sus planes para este verano, la modelo -que ha presumido de figura con un favorecedor diseño de lino en color marrón con escote palabra de honor- ha revelado que están «de maravilla» y que, aunque ahora les veamos en Madrid, «todavía seguimos de vacaciones».
Su nuevo destino, tras una escapada con amigos de la que presumieron en redes sociales, y una semana en Londres para asistir a Wimbledon con sus niños -ya que Feliciano continúa vinculado al tenis a pesar de su retirada el año pasado-, es la costa malagueña, donde alojados en un espectacular hotel repleto de vegetación, van a pasar unos días con Darío y Marco, en los que están totalmente volcados.