Nació el 18 de octubre de 1960 en un distrito de Bruselas, en Bélgica. Su madre trabajaba como contadora pública y su padre, florista, era oriundo de la misma ciudad. Aunque su crianza estuvo marcada por la fe católica, su abuela paterna era judía, y en su casa se hablaba tanto el francés como el flamenco.
Durante la infancia, mostró admiración por las películas de artes marciales y acción, especialmente aquellas protagonizadas por Bruce Lee y Steve McQueen. A los diez años, fue inscripto en el Centro Nacional de Karate de Bruselas, donde comenzó a entrenar karate-do estilo Shotokan bajo la guía de un maestro local. Por entonces, era un niño de contextura delgada, reservado y de baja estatura. Años después, alcanzó el grado de cinturón negro primer dan.
Además de las artes marciales, se formó durante cinco años en ballet, disciplina que eligió para mejorar su flexibilidad. En más de una ocasión, destacó que el entrenamiento en danza clásica fue uno de los más exigentes que enfrentó. “Si puedes sobrevivir a un entrenamiento de ballet, puedes sobrevivir a un entrenamiento de cualquier otro deporte”, dijo en una oportunidad. Ya en la adolescencia, comenzó a trabajar con pesas para transformar su cuerpo y fortalecer su musculatura. En 1978, fundó su propio gimnasio en Bruselas y obtuvo el título de Míster Bélgica en fisicoculturismo.
Su primera aparición en el cine fue en 1979, como extra en una producción belga durante una escena protagonizada por un reconocido actor neerlandés. En 1982, decidió emigrar a Los Ángeles con 8.000 dólares en el bolsillo. En los primeros años, mientras intentaba conseguir audiciones, realizó diversos trabajos: fue taxista, repartidor de pizzas, conductor de limusinas, guardaespaldas, instructor de artes marciales y masajista. Inicialmente utilizó un nombre artístico distinto, pero luego, por recomendación de un amigo y maestro de actuación, adoptó el seudónimo con el que luego sería reconocido internacionalmente.
Durante este período, conoció a Chuck Norris, un célebre actor de acción con quien entrenó y trabajó como asistente personal. Gracias a ese vínculo, consiguió una breve aparición en una película bélica estrenada en 1984.
En 1986, fue elegido para interpretar al antagonista en una película de bajo presupuesto, en la que personificaba a un luchador soviético. Aunque modesta, el filme lo hizo conocido entre los fanáticos del cine de artes marciales. Al año siguiente, fue convocado para interpretar a una criatura extraterrestre en una producción de gran presupuesto protagonizada por Arnold Schwarzenegger. Sin embargo, abandonó el rodaje. Lo que sucedió es que el traje que llevaba le resultaba insoportable por lo sofocante y pesado. Se lo habían ajustado para facilitar los efectos de invisibilidad en postproducción. En medio de la selva mexicana, sufrió desmayos por deshidratación y claustrofobia.
El punto de inflexión llegó en 1988, cuando interpretó a un personaje inspirado en un experto en artes marciales que aseguraba haber participado en un torneo clandestino. La película fue un éxito comercial y lo catapultó al estrellato. Su estilo, centrado en movimientos acrobáticos y una técnica de combate muy visual, se convirtió en su sello distintivo, en especial por una patada giratoria que repitió en numerosas escenas y que sería conocida como “la patada de helicóptero”.
Respuesta: el chico de la foto es Jean-Claude Van Damme