En Estados Unidos, el uso de tarjetas de crédito se ha vuelto una herramienta esencial para cubrir gastos cotidianos. Sin embargo, el endeudamiento asociado al uso constante de crédito ha llevado a miles de personas a enfrentar situaciones financieras complejas, especialmente cuando los saldos crecen y se opta por hacer solo los pagos mínimos mensuales.
El costo oculto de pagar lo mínimo en tarjetas de crédito
Según un análisis de CBS News, en el caso de una deuda de US$40.000, seguir con pagos mínimos mensuales, que generalmente cubren solo un pequeño porcentaje del saldo total más los intereses mensuales, puede llevar a un período de amortización cercano a las cuatro décadas. “Incluso los titulares más disciplinados pueden verse atrapados en un ciclo donde los pagos mensuales apenas hacen mella en el saldo”, explicó el medio estadounidense.
En el estudio se detalla que la tasa de interés promedio en tarjetas de crédito se sitúa alrededor del 22%, lo que significa que la mayoría del dinero que se paga mensualmente no reduce el capital, sino que cubre los intereses generados.
Este esquema de pago prolongado puede resultar en una carga total de US$116.012,43, con más de US$76.000 destinados únicamente a intereses. Es decir, se paga casi tres veces el monto originalmente adeudado si no se modifica la estrategia de pago.
Cómo el interés compuesto mantiene activa la deuda
Las tarjetas de crédito aplican intereses compuestos, lo que significa que cada mes, los intereses se suman al saldo y generan nuevos cargos. Así, quienes mantienen sin reducir el capital principal se ven atrapados en un ciclo donde los pagos se destinan únicamente a cubrir el costo del crédito, no a saldar la deuda.
Este fenómeno financiero explica por qué, con un saldo de US$40.000 y una tasa del 22,76%, se requerirían hasta 41 años para cancelar la totalidad del monto si se mantienen los pagos mínimos. Durante ese período, es probable que el titular de la tarjeta continúe usando el crédito, lo que puede aumentar aún más el saldo y prolongar la situación.
“Es fundamental elaborar un plan que le permita afrontar este déficit de una mejor manera, ya sea mediante aumentos drásticos de pagos, consolidación u otro tipo de alivio”, recomendó la autora del análisis y especialista de CBS News, Angélica Leicht. “Cuanto más espere, más cara se volverá su deuda, así que evalúe sus opciones y elija la estrategia que se ajuste a su situación financiera y sus objetivos a largo plazo”, agregó.
Estrategias para reducir una deuda de US$40.000 en menos tiempo
Para salir de una deuda significativa de tarjeta de crédito, existen varias alternativas que buscan reducir el plazo de pago y minimizar los intereses. Algunas requieren capacidad de negociación, otras implican ajustes en el presupuesto personal, y unas cuantas podrían afectar el historial crediticio, pero todas ofrecen una ruta más rápida que los pagos mínimos.
Leicht recomienda alguna de las siguientes opciones:
- Negociación de deuda (Debt settlement): esta opción implica llegar a un acuerdo con los acreedores para pagar una cantidad inferior al total que se debe. Aunque puede impactar negativamente el puntaje crediticio, permite resolver el pago en un plazo de dos a cuatro años, con reducciones promedio de entre el 30% y el 50% del monto original.
- Consolidación de deuda: consiste en solicitar un préstamo personal con una tasa más baja que la de las tarjetas de crédito, y utilizarlo para cancelar todos los saldos pendientes. Así, el deudor realiza un único pago mensual a una tasa reducida.
- Transferencia de saldo: algunas ofrecen tasas promocionales del 0% durante un período inicial. Si se transfiere parte del saldo a una de estas tarjetas, se pueden reducir los intereses por varios meses, siempre que se aproveche este tiempo para abonar al capital.
- Gestión profesional de deudas: estos programas, administrados por agencias de asesoría crediticia, desarrollan planes de pago realistas mientras negocian tasas reducidas con los acreedores. Esta aproximación mantiene las cuentas al día, minimizando el daño comparado con otras alternativas.
- Bancarrota o quiebra: es la última opción cuando el nivel de déficit supera la capacidad de pago. Bajo el Capítulo 7 del Código de Bancarrota, ciertas deudas pueden cancelarse por completo, mientras que el Capítulo 13 permite reorganizarlas bajo un plan de pago supervisado por la corte. Aunque impacta el historial crediticio, puede ser una solución definitiva para casos extremos.
El endeudamiento con tarjetas de crédito, especialmente en niveles elevados como los US$40.000, no es una situación irreversible, pero sí requiere medidas concretas y oportunas. Cuanto más tiempo se retrase una acción efectiva, mayores serán los intereses acumulados y más complejo será salir de ese ciclo.