El presidente Javier Milei pisó la pista central de la Exposición Rural de Palermo como si ya fuera parte del lugar. La familiaridad en los gestos, sus saludos hacia la tribuna y las sonrisas acompañadas de su emblemático puño en alto construyeron un acto de pura complicidad con sus seguidores, que lo mostraba más cómodo que nunca en su rol actor principal. Tras su discurso, se subió a dos máquinas picadoras, se calzó un casco de polo con la bandera argentina y recorrió los corralitos de las tribunas para estrechar la mano de los socios de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Esto mientras en la Rural hubo una gran ausente: Victoria Villarruel, con quien el mandatario mantiene una fuerte interna.
“Gracias por matar la inflación, señor Presidente”, fue la primera frase que Milei respondió a la gente: “Gracias, pero todavía falta. A mitad del año que viene vas a ver cuando la hagamos 0%”, lanzó entre aplausos y vitoreos.
El despliegue de seguridad fue más riguroso que el del año pasado: policías inspeccionando butacas, perros policías y controles con escáner reforzados en cada ingreso a los corralitos: la Rural fue blindada.
Pasadas las 10:45, Milei hizo su ingreso formal mientras la tribuna lo ovacionaba y coreaba consignas contra las retenciones. Hubo sonrisas entre dientes y miradas cómplices con su hermana Karina, intercambio de chistes con José Luis Espert, a quien le frotó la cabeza, en gesto paternalista. Se permitió algún acting con tono de “socio fundador” de este nuevo vínculo entre el oficialismo libertario y el campo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se llevó su cuota de aplausos al llegar al palco. Una silla vacía a unos cuantos metros quedó como una postal de la interna, quizá a la espera de la vicepresidenta.
El jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien llegó comenzado el himno nacional, intentó más tarde saludar al Presidente, pero se quedó con la mano extendida. El gesto fue evidente en ese momento.
El clima comenzaba a sentirse con el discurso del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien enumeró uno a uno los pedidos del sector agropecuario. Y, justamente, más tarde, Milei elogió el trabajo del ruralista para que los reclamos de los productores lleguen a destino. En medio del discurso y las miradas cómplices con el presidente Milei se estrecharon la mano e hicieron gestos de camaradería en varias ocasiones mientras destacaban la labor del “sector más pujante del país”, según dijo el Presidente.
Gritos en señal de apoyo sonaron al denunciar la presión fiscal que ejercen los municipios con las tasas viales. El público acompañó con entusiasmo su reclamo por mayor seguridad rural: “Necesitamos fiscalías especiales dedicadas a los delitos rurales”, exigió Pino al decir que no existe personal de seguridad suficiente, que proteja efectivamente a la gente del campo. Los aplausos bajaron desde todos los rincones de la tribuna, con algún “¡muy bien dicho!”, incluido.
Uno de los gestos de complicidad más evidente se observó cuando Pino destacó “la independencia» de cada uno de los tres Poderes del Estado. Señaló, por ejemplo, “la actuación independiente de la Justicia, manifestada recientemente en el cumplimiento efectivo de la condena de una expresidente de la Nación”. Fue en ese instante cuando el silencio de la pista central, que abundaba de grandes campeones se rompió ante los gritos y aplausos.
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, también fue visiblemente ovacionada por la gente que la seguía y aprovechó para comer una hamburguesa.
“¡Libertad, libertad!”, coreaban los socios que aguantaban el frío en las tribunas. Milei se dejó llevar por ese clima ferviente. Antes del cierre, se subió a una picadora New Holland y a otra de Claas, en un gesto de cercanía y familiaridad con el campo. Desde lo alto, saludó a la gente que gritaba su nombre. Además, se dejó poner un casco de polo con la bandera argentina, que cada tanto le acomodaba su hermana.
El mensaje sobre las retenciones fue directo y al estilo libertario: menos impuestos, más señales al agro. La promesa de la eliminación total de las retenciones está, pero no será inmediata, como se entendió en una tribuna que festejó los anuncios y los gestos del paso del jefe de Estado.