Después de más de dos décadas sin pisar los escenarios, Will Smith se subió anoche al Auditorio de Starlite Occident para demostrar que no ha perdido ni el ritmo, ni el carisma, ni las ganas de seguir dejando huella. El actor, rapero y productor estadounidense presentó su nuevo show, An Evening with Will Smith, y lo convirtió en una auténtica fiesta intergeneracional cargada de hits, emoción y recuerdos.
Aunque muchos lo conocieron con «El Príncipe de Bel-Air», Smith lleva más de 30 años saltando de la música al cine con una soltura poco común. Empezó como la mitad del dúo DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince, con el que ganó dos premios Grammy. Después, ya en solitario, lanzó discos como Big Willie Style o Willennium, y más tarde dio el salto a Hollywood con películas como Independence Day, Men in Black o En busca de la felicidad. Ahora, a sus 56 años, ha vuelto a girar con nuevo álbum bajo el brazo, Based on a True Story, con ganas de celebrar su trayectoria como nunca.
La historia de esta gira comenzó precisamente hace un año, durante la Gala Starlite 2024. Aquella noche Will Smith, emocionado por la energía del momento y la magia del lugar, decidió que quería volver a los escenarios con una gira europea: «Estuve aquí el año pasado, en la Gala Starlite, y me sentí tan abrumado por lo hermoso que es este lugar, que le rogué a Sandra que me dejara volver para actuar este año en el festival», explicaba.
Su espectáculo ha sido mucho más que un concierto: ha sido un viaje íntimo por la vida de Will Smith, un recorrido emocional por sus películas, sus personajes más icónicos y los momentos que han marcado su trayectoria. Con un enfoque cercano y profundamente personal, el show invita al público a conocerle mejor, a conectar con su historia y a compartir con él no solo su música, sino también sus vivencias. Una propuesta escénica cargada de energía, baile y emoción que convierte cada actuación en una experiencia única e inolvidable.
Abrió con un potente rap mientras en pantalla se repasaban los grandes momentos de su carrera, y no tardó en meterse al público en el bolsillo alternando inglés y español con humor, cercanía y algún que otro baile mítico. No faltó el homenaje al tío Phil -con un mensaje íntimo que tocó la fibra de todos los presentes- ni la icónica coreografía de Carlton, que hizo subir al escenario a varios asistentes para retarles a mover el esqueleto al ritmo de Tom Jones. Referencias todas de la serie televisiva de humor El Príncipe de Bel-Air que tan buenos ratos hizo pasar a su generación en todo el mundo.
Will Smith, uno de los showman más carismáticos del mundo, también tuvo tiempo para mirar al presente. Conectó con el público joven a través de uno de los trends de TikTok con la canción Anxiety, y regaló un momento coral en el que dividió al auditorio para cantar por equipos. La guinda la pusieron varios guiños cinematográficos, desde Bad Boys hasta Men in Black, con un grupo de fans caracterizados como los legendarios agentes vestidos de negro.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando Will Smith sacó el Oscar que ganó por El método Williams y, alzándolo ante el público, confesó con sinceridad: «Los últimos años han sido difíciles para mí. No he tenido la oportunidad de celebrar este Oscar, y quiero compartirlo con vosotros esta noche. Estar aquí y sentir vuestro amor ha sido realmente conmovedor», confesaba.
Smith transformó su debut en Starlite Occident en un espectáculo lleno de ritmo, nostalgia, mucha diversión y mensajes. Un artista que no vive del pasado, pero que no olvida de dónde viene. «Esta noche ha sido espectacular. Solo quiero daros las gracias por el amor tan hermoso y la energía que me habéis transmitido», confesaba.
Caras conocidas como las hermanas Barbara y Nicole Kimpel, la supermodelo Valeria Mazza, el actor Daniel Arias, o la influencer Rocío López no quisieron perderse el paso del artista por Starlite Occident, y disfrutaron de una noche mágica bajo las estrellas