TURNBERRY, Escocia.- Tras al antecedente con Japón esta misma semana, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este domingo un acuerdo comercial con la Unión Europea que contempla un arancel del 15% a todos los bienes europeos que ingresen a Estados Unidos.
El pacto, alcanzado tras una reunión bilateral con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el club de golf de Trump en Turnberry, también prevé inversiones europeas por 600.000 millones de dólares y compras significativas de energía y equipamiento militar.
“Hemos alcanzado un acuerdo impresionante, en el que trabajamos durante meses. Creo que será excelente para ambas partes”, declaró Trump, quien definió el entendimiento como una “alianza”.
Von der Leyen, por su parte, señaló que los aranceles del 15% se aplicarán de manera generalizada, lo que permitirá “reequilibrar” el comercio entre ambos bloques. Calificó el acuerdo como “bueno” y aseguró que traerá “estabilidad y previsibilidad” a ambos lados del Atlántico.
El pacto, sin embargo, excluye al acero y al aluminio, productos que seguirán gravados como hasta ahora. “No cambiará nada en ese frente”, afirmó Trump. Tampoco se verán involucrados los productos farmacéuticos. “Tenemos que producirlos en Estados Unidos. No podemos depender de otros países”, justificó, reforzando su visión proteccionista de sectores estratégicos.
La tensión entre Washington y Bruselas se había intensificado en los últimos meses. Trump había amenazado con imponer un arancel generalizado del 30% a las importaciones europeas si no se llegaba a un acuerdo antes del 1 de agosto. Desde abril, Estados Unidos aplica un arancel mínimo del 10% sobre bienes europeos, una cifra que originalmente iba a ser del 20%, pero fue reducida como gesto para facilitar las negociaciones.
Aunque aún no se divulgaron todos los detalles del acuerdo, Trump ya había anticipado que cualquier entendimiento contemplaría aranceles del 15% como piso, cifra que Bruselas ya consideraba en sus cálculos. La Comisión Europea busca desde hace meses evitar una escalada que afecte a sectores clave como el automotriz, los vinos, el acero o los bienes de lujo.
El mandatario republicano, que desde el “día de la liberación” desestabilizó el comercio internacional, busca reordenar la economía global bajo sus propios términos. Ha cerrado acuerdos previos con Reino Unido, Japón, Indonesia y Vietnam, aunque aún está lejos de cumplir su promesa de alcanzar “90 acuerdos en 90 días”, proclamada al inicio de su gestión.
Durante su presidencia, Trump ha sido abiertamente hostil hacia la Unión Europea. En reiteradas ocasiones afirmó que el bloque “se formó para joder a Estados Unidos” en el terreno comercial. Su principal queja es el abultado déficit comercial en bienes que mantiene con Europa, que en 2024 alcanzará los 235.000 millones de dólares, según datos de la Oficina del Censo estadounidense. Desde Bruselas, sin embargo, sostienen que el superávit que Washington registra en servicios y en inversión extranjera directa compensa en parte ese desequilibrio.
Este acuerdo representa una tregua relativa en una disputa más amplia por el liderazgo económico mundial. Mientras Estados Unidos endurece su política arancelaria, la Unión Europea busca proteger sus industrias sin ceder completamente a las presiones. El entendimiento, aunque parcial, podría marcar un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales, con un enfoque más pragmático y menos confrontativo.
Agencias DPA, ANSA y Reuters