Después de que se oficializara la baja de retenciones para las exportaciones de carne, maíz, sorgo, girasol y soja, surgieron distintas estimaciones de cuánto podría ceder el Estado nacional en materia de recaudación y cómo podría incidir esto en el resultado fiscal.
Según la consultora AZ Group, el costo es de US$530 millones. Para Fernando Marull, socio de FMyA, asciende a US$600 millones y Federico Furiase, director del Banco Central, habló de US$700 millones anuales a los precios actuales de los granos.
¿Estabilidad en los instrumentos o en los resultados?
Sin embargo, Furiase dijo que la baja no altera el resultado fiscal del Gobierno porque el equipo económico hizo una ingeniería que permitirá que esa merma de recaudación se compense con mayores ingresos por mayor actividad.
En igual sentido, el presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, Nadin Argañaraz, explicó que, como la exportación es la base imponible de los derechos de exportación, el costo fiscal de la medida depende de la magnitud en que aumente la producción.
“Si llega a aumentar la base imponible alrededor de una quinta parte (que es lo que bajaron los derechos de exportación de la soja), el costo fiscal tiende a ser nulo”, detalló, y sumó que la baja de derechos de exportación aumenta el precio de los productos, lo que, a priori, significa una suba de la recaudación de Ganancias y de otros impuestos provinciales que gravan la facturación.
En los últimos 27 años, la recaudación anual de los derechos de exportación fue muy variable por los cambios de las alícuotas, aunque también por factores climáticos adversos en algunos años, como 2023. De acuerdo con Argañaraz, a mediados de 2008 la recaudación llegó a representar el 3,17% del PBI, y el piso de esos ingresos se produjo a fines de 2017, con un 0,43% del PBI.
En la actualidad, la recaudación acumulada de los últimos 12 meses llegó al 0,95% del PBI, equivalente a tres veces el superávit fiscal alcanzado por el sector público nacional. “Dado el objetivo del Gobierno de sostener el superávit fiscal, es muy importante que aumenten la producción y el saldo exportable el año que viene, para minimizar el efecto negativo posible sobre la recaudación”, concluyó el economista.