La Eurocopa femenina de fútbol ha terminado con un sabor agridulce para las españolas, que han perdido por penaltis (3-1) la final ante las inglesas este domingo 27 de julio. El torneo, que comenzó el pasado 2 de julio en Suiza, ha dejado a las jugadoras de la selección destrozadas, después de haber llegado al último partido, ganando previamente a las de Portugal, Bélgica e Italia en el encuadre de grupos.
La final enfrentaba a las actuales campeonas del mundo (2023) y de la Liga de Naciones (2024), España, contra las vigentes campeonas de Europa, Inglaterra. Ambos equipos llegaban tras un torneo brillante, aunque con recorridos distintos: España superó con autoridad sus cruces directos sin necesidad de penaltis, mientras que su contrincante ya había recurrido a ellos en cuartos de final frente a Alemania.
De esta manera, y a pesar de la ausencia de Jenni Hermoso, el equipo de Montse Tomé se ha formado por diez jugadoras del FC Barcelona, campeonas de la Liga F y de la Copa de la Reina, así como por Aitana Bonmatí, el Balón de Oro de 2023 y 2024 que ha liderado al equipo hasta la final. Sin duda, la unión de sendas potencias ha hecho una mezcla con las jugadoras mejor pagadas del mundo.
Un premio histórico: 5 millones de euros para la selección campeona
La UEFA ha incrementado de forma notable el fondo de premios para la Eurocopa Femenina 2025, pasando de 16 millones de euros en la edición anterior a 41 millones, según la información de Marca. Por lo que, por primera vez en la historia del torneo, la selección ganadora podía llevarse hasta 5 millones de euros, una cifra récord que reconoce el crecimiento del fútbol femenino en Europa, ya que supera ampliamente los poco más de 2 millones que se entregaron a la selección campeona en 2022.
Dentro de esta cantidad incluye no solo el premio por ganar la final, sino también las primas por partido ganado, clasificación y progresión en cada ronda eliminatoria. La RFEF ha manifestado que las primas de este torneo no solo responden al rendimiento deportivo, sino también al impacto social de una generación que ha llevado al fútbol femenino español a nuevas cotas de reconocimiento y profesionalización.
Paralelamente al premio, la UEFA ha duplicado en esta edición el programa de compensación para clubes. Este fondo, que ha pasado de 4,5 a 9 millones de euros, está diseñado para retribuir a los equipos que ceden jugadoras para las competiciones internacionales. En el caso de España, el FC Barcelona es el club que más se beneficiará de esta medida, ya que diez de sus futbolistas formaban parte del equipo nacional. Este sistema reconoce el papel de los clubes en la formación y desarrollo del talento femenino, así como su impacto en el rendimiento de las selecciones.
Una prima superior a los 100.000 euros por jugadora, pero ¿cuánto por representar a la selección?
Aunque la UEFA no impone cómo deben repartirse esos fondos, desde 2022 introdujo una recomendación para que al menos el 40% del total sea destinado directamente a las jugadoras. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha adoptado una postura aún más favorable: fuentes oficiales señalan que el porcentaje para las futbolistas superaría ese mínimo. Por lo que de haberse proclamado campeonas, cada jugadora habría recibido más de 100.000 euros de prima individual.
De esta manera, aplicando el 40% al premio máximo de 5,1 millones de euros, el reparto entre las convocadas por Montse Tomé habría supuesto al menos 2,04 millones de euros, distribuidos entre las jugadoras, según un artículo de La Razón. Aunque es una cifra bastante alejada de lo que hemos visto en la selección masculina, las condiciones contractuales de las jugadoras con la RFEF han mejorado.
Actualmente, por cada concentración de torneos importantes como la Eurocopa, cada futbolista percibe una cantidad fija que ronda los 15.000 euros. A esa cifra se le suman las primas por rendimiento, escalonadas según se avance en el torneo. Además, por el simple hecho de clasificarse para la fase final de la Eurocopa, la UEFA otorga a cada federación 1,8 millones de euros. Este sistema beneficia tanto a las selecciones como a las jugadoras, que ven reflejado su desempeño en ingresos adicionales.
Brecha salarial con el fútbol masculino
A pesar de estos avances, las diferencias con el fútbol masculino siguen siendo notables. En la Eurocopa masculina de 2024, celebrada en Alemania, los jugadores de la selección española que se proclamaron campeones percibieron aproximadamente 400.000 euros cada uno. Solo por alcanzar la final, recibieron unos 291.000 euros por cabeza, a lo que se añadieron los 11,3 millones que la Federación repartió entre plantilla, seleccionador y cuerpo técnico.
La distancia se mantiene también en los salarios de los clubes. Aitana Bonmatí, dos veces Balón de Oro, se ha convertido recientemente en la jugadora mejor pagada del mundo, con un salario que ronda los 1,5 a 2 millones de euros brutos anuales tras renovar con el FC Barcelona. Antes de esa renovación, sus ingresos estaban en torno a los 300.000 euros.
Le sigue Alexia Putellas, cuyo sueldo se sitúa entre 1,2 y 1,3 millones por temporada. No obstante, sus ingresos reales son mucho mayores gracias a contratos publicitarios y acuerdos de patrocinio. Sin embargo, la mayoría de las futbolistas internacionales españolas tienen salarios anuales que oscilan entre los 100.000 y los 150.000 euros. La Eurocopa supone, por tanto, una importante oportunidad económica para muchas de ellas.
