Días atrás, el mundo entero lloró la muerte de Ozzy Osbourne. Los fanáticos despidieron al “Príncipe de las tinieblas”, pero sus amigos y familiares le dijeron adiós al “Príncipe de la risa”, según el emotivo mensaje que escribió Terence “Geezer” Butler, el bajista de Black Sabbath.
A través de una declaración que le brindó a The Sunday Times, el músico de 76 años habló de sus “57 increíbles años de amistad” con Osbourne, vínculo que comenzó con la formación de la banda, allá por 1968, hasta el concierto de despedida que brindaron hace tan solo unas semanas.
Butler comenzó el homenaje contando su larga historia con el estadio Villa Park, lugar en donde brindaron el último concierto, el 5 de julio. Los músicos crecieron cerca del estadio de fútbol de Birmingham, lugar en donde se fundó la banda.
“Fue muy apropiado que Ozzy y Black Sabbath pusieran fin a su largo viaje, que comenzó en 1968, con su último concierto en Aston, en Villa Park”, escribió Butler. “En aquel momento no me di cuenta de que después de aquella noche nunca volvería a ver a Ozzy”, agregó con congoja.
Los ensayos para el concierto final, según Butler, comenzaron un mes antes y solo participaron él, el guitarrista Tommy Iommi y el baterista Bill Ward -los otros dos miembros de Black Sabbath- y al principio fueron un poco difíciles. “Luego llegó el momento de que Ozzy se uniera a nosotros”, explicó.
“Sabía que no gozaba de buena salud, pero no estaba preparado para ver lo frágil que estaba”, recordó el bajista sobre ese primer ensayo. “Dos ayudantes y una enfermera lo llevaron a la sala de ensayos y utilizaba un bastón. Fiel a lo que era Ozzy, el bastón era negro y estaba decorado con oro y piedras preciosas”.
“No dijo mucho más allá de los saludos habituales y, cuando cantaba, se sentaba en una silla”, continuó Butler. “Repasamos las canciones, pero pudimos ver que se agotaba después de seis o siete temas. Charlamos un poco, pero estaba muy callado en comparación con el Ozzy de siempre”, añadió. Pero “lo más extraño de ese concierto”, reveló el bajista, “fue el final”.
“Normalmente todos nos abrazábamos y hacíamos una reverencia al público”, reveló Butler. “Pero Ozzy estaba en su trono y no habíamos pensado en eso. ¿Qué hacemos? Tony le dio la mano, yo le entregué una torta, pero fue una sensación muy extraña terminar nuestra historia así. Ojalá hubiera tenido más tiempo en el backstage con Ozzy, pero los deseos ahora son innecesarios. Como solía decir Ozzy: ‘Pide un deseo con una mano y caga con la otra, y ve cuál llega primero’“.
El bajista también compartió más detalles sobre su relación con el cantante de “Crazy Train”, incluyendo su primer encuentro, que también supuso el inicio de la formación de Black Sabbath. La banda, originalmente llamada Earth, fue “el viaje más increíble de nuestras vidas”, según dijo. Y todo comenzó cuando Osbourne llegó descalzo a su puerta y Butler declaró casi inmediatamente: “De acuerdo, estás en la banda”.
Junto con Iommi y Ward, ambos de 77, los cuatro se convirtieron en “hermanos inseparables”, dijo el músico, “siempre cuidándonos unos a otros. Pasamos por los mejores y los peores momentos; el vínculo era inquebrantable”.
“Para mí, Ozzy no era el Príncipe de las tinieblas, sino más bien el Príncipe de la risa. Hacía cualquier cosa por hacer reír al otro, era un artista nato”, escribió Butler sobre Osbourne. La reputación de la leyenda del rock como “hombre salvaje y feroz”, añadió en el ensayo, no restaba mérito al hecho de que “tenía un corazón de oro puro”.
“Si eras un amigo en problemas, Ozzy siempre estaba ahí para vos”, aseguró. “Nadie sabía que nos dejaría poco más de dos semanas después del último concierto. Pero estoy muy agradecido de que pudiéramos tocar juntos por última vez delante de sus queridos fans”, escribió el bajista.
“Me siento muy privilegiado por haber pasado la mayor parte de mi vida con él”, continuó. “Por supuesto, hay millones de cosas que se me ocurren que debería haber escrito en este texto, pero ¿cómo puedo resumir 57 increíbles años de amistad en unos pocos párrafos? ¡Que Dios te bendiga, Oz, ha sido un viaje increíble! ¡Te quiero!“, culminó.