“Es una construcción grande, pero compacta, con un patio central visible desde todos los ambientes. Al trabajar desde el inicio del proyecto, pudimos diseñar un equipamiento cómodo, práctico y una paleta neutra, teniendo en cuenta que las transparencias son fundamentales en la propuesta”, cuentan Valeria Muliere y Delfina Padilla, socias del estudio de diseño interior Muliere-Padilla, a cargo del diseño interior.
Tras una sucesión de pasos y momentos, el patio acristalado permite ver la galería y adivinar el living.
Con tantas ventanas, la ubicación del televisor era difícil. Lo resolvimos diseñando este mueble de piso a techo en petiribí para la única pared disponible.
Valeria Muliere y Delfina Padilla, a cargo del diseño interior
La estructura del patio, con carpinterías de hierro pintado de blanco y vidrio repartido, está rodeada por amplios pasillos que garantizan luz, ventilación natural y una circulación fluida.
Para potenciar el juego de transparencias, instalaron un enorme ventanal con centro fijo que da a la galería.
En lugar de un techo compacto, las tablas de madera filtran la luz de la galería y evitan que los interiores se oscurezan por de más.
Una cocina jerarquizada
En el extremo opuesto al living, la cocina tiene salida al rincón de la galería que aloja la terraza.
“Jerarquizamos la mesa de la cocina, la única en toda la casa ya que no hay un comedor formal. Tiene presencia, es cómoda y de un tono que contrasta con el resto del ambiente”.
En planta alta
“La pared estucada ganó protagonismo en el dormitorio. Sumamos textiles en rosa para conservar el estilo despojado“, detallan las interioristas.