Algunos acontecimientos parecen coordinar a la perfección con una película de terror, pero, lamentablemente, a veces estos no ocurren en la ficción, sino también en la vida real; y eso es lo que pasó con Señorita Maestra, la serie creada por el guionista argentino Abel Santa Cruz, la cual giraba en torno al entrañable personaje de Jacinta Pichimahuida. Lo que parecía ser una historia de inocencia y enseñanza, con el tiempo, se vio ensombrecida por una cadena de hechos que conmocionaron al público.
La trágica muerte de Cristina Lemercier
Cristina Noemí Perone, conocida artísticamente como Cristina Lemercier, tenía 16 años cuando apareció en la primera versión de la novela de 1966, la cual llevaba el nombre de Jacinta Pichimahuida. Allí interpretó a la maestra suplente Fermina Piangetti. En ese entonces, Evangelina Salazar era la protagonista y, gracias a ella, conoció a Raúl Ortega -también conocido como Freddy Tadeo-, hermano de Palito, con quien se casó en 1968 y tuvo tres hijos.
Con los años, más precisamente en 1982, fue Lemercier quien pasó a ser la protagonista de la historia bajo el nombre de Señorita Maestra. En aquella época promediaba los 50 puntos de rating por la pantalla de ATC, por lo que era la estrella del momento.
Desde entonces, el trabajo nunca le faltó hasta el 22 de diciembre de 1996, cuando fue ingresada en ambulancia al sanatorio General Sarmiento, con un disparo de revólver en la cabeza. Aunque intentaron extraerle la bala mediante una cirugía, no lo lograron. Después de unas horas internada, los médicos declararon que la actriz tenía muerte cerebral y el 27 de diciembre, con solo 45 años, se determinó su muerte.
A raíz de eso, Ortega, de quien Cristina se había separado cinco años antes, fue detenido en la comisaría primera de San Miguel. Allí aseguró que su exesposa estaba deprimida por la falta de trabajo. Sin embargo, aquella declaración fue desmentida por Horacio Frega, el interventor de ATC, quien aseguró que dos días antes del incidente le habían renovado el contrato para que encabezara un ciclo infantil.
Según Ortega, la madre de sus tres hijos habría dicho “me mato”, pero no seriamente; y se habría acercado el revólver a la sien derecha -con la idea de que no tenía balas-, y gatilló tres veces; en la tercera el arma se disparó. “¿Accidente, homicidio o suicidio?”, titularon los diarios más importantes de la época; pero hasta el día de hoy, esa pregunta no tiene respuesta.
El triste final de Graciela Cimer
Graciela Cimer alcanzó la fama de niña, precisamente en 1974, cuando debutó previamente en otras versiones de la historia de Jacinta Pichimahuida. La actriz personificaba a Etelvina, la alumna rica, malvada, más traviesa y caprichosa del aula, lo que la convirtió en un personaje clave dentro de la dinámica de la serie.
El 2 de julio de 1986, a los 26 años y embarazada de tres meses, murió al arrojarse desde el primer piso de la casa de sus padres, en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Según trascendió luego del desenlace fatal, la actriz sufría de una fuerte depresión y tiempo antes de su fallecimiento había tenido un intento de suicidio mediante ingesta de barbitúricos.
Pero eso no fue todo. Al enterarse de la trágica noticia, la familia de Cimer acusó a Marco Estell, actor y pareja de aquel entonces de Graciela, de haberla agredido física y psicológicamente, lo que podría haberla llevado a tomar esa drástica decisión. Aunque la Justicia investigó el caso, la muerte de la joven actriz fue catalogada como suicidio.
Una bala terminó con la vida de Julio Silva
Julio Silva fue quien se puso en la piel de Juan José “Siracusa”, uno de los personajes de la serie Señorita Maestra que ganó popularidad rápidamente por su personalidad traviesa y rebelde. El 14 de junio de 2004, el actor, que también era cantante de cumbia, murió a los 32 años tras ser baleado en la avenida Córdoba al 4500, en el barrio porteño de Palermo. El trágico suceso ocurrió durante un intento de asalto a un maxikiosco que los tuvo a él y a un expolicía como protagonistas, y terminó con ambos delincuentes abatidos y un kiosquero herido. La Justicia determinó que el policía Ricardo Maldonado, quien disparó actuó en legítima defensa.
Pero él no fue el único actor de la serie involucrado en aquel hecho delictivo. En 2011, Fabián Marcelo Rodríguez -quien interpretó a Cirilo Tamayo en la serie- fue condenado a cuatro años de prisión como coautor del robo. Se determinó que fue él quien proveyó el arma con la que Silva y su cómplice intentaron asaltar el local.
“Quiero que cuando mi hijo sea grande sepa que se equivocaron con tres personas”, dijo Rodríguez al salir de la cárcel de Marcos Paz. Con esa frase, proclamaba su inocencia y la de sus dos compañeros, con quienes, además de compartir la ficción, había integrado el grupo de cumbia romántica Los Siracusa.
La pronta muerte de Martín Ruiz
Martín Ruiz tenía 11 años cuando interpretó, en 1983, al travieso Adrián Salvatierra. Luego de aquel papel, hizo varias giras de teatro con la tira y hasta participó en distintas publicidades. En 1990, intervino en un pequeño papel en la telenovela Una voz en el teléfono con Raúl Taibo y Carolina Papaleo.
El 6 de agosto de 1991, cuando tenía 19 años, murió junto a su novia al intentar esquivar a otro auto en una esquina sobre la avenida Avellaneda, en el barrio porteño de Flores.
Pese a que las tragedias llevaron a muchos a hablar de una “maldición” sobre el elenco de Señorita Maestra, es cierto que se trataron de eventos aislados y muy desafortunados. Lo innegable es que, hasta el día de hoy, estas historias siguen conmoviendo a los fanáticos que, en aquel entonces, no se perdían ni un solo capítulo de la popular telenovela.