La temporada de huracanes en el Atlántico 2025 podría ingresar en su fase más activa antes de lo previsto. Aunque el comienzo de agosto transcurre con relativa calma, los expertos en meteorología anticiparon un cambio de panorama para las próximas semanas. En ese sentido, los principales modelos climáticos ya comenzaron a detectar señales claras de que las condiciones se volverán más favorables para el desarrollo de ciclones tropicales, particularmente entre mediados de agosto y noviembre.
Anticipan una atmósfera más favorable para el desarrollo de huracanes en el Caribe y el Atlántico
Según el último pronóstico del modelo de conjunto del Centro Europeo de Pronóstico Meteorológico a Medio Plazo (Ecmwf, por sus siglas en inglés), los vientos en los niveles altos de la atmósfera sobre el Atlántico tropical y el mar Caribe mostrarán un debilitamiento notorio hacia mediados de agosto. Esta disminución de la cizalladura del viento —uno de los factores que habitualmente inhibe la formación de huracanes— incrementará notablemente las probabilidades de desarrollo de tormentas tropicales.
El Centro de Predicción Climática (CPC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos también respaldó esta evaluación. De acuerdo con los expertos del organismo, el modelo Ecmwf refleja un patrón consistente con una actividad organizada de la Oscilación Madden-Julian (MJO, por sus siglas en inglés), un fenómeno que influye en el comportamiento de la atmósfera tropical.
Si esta se ralentiza mientras se traslada al océano Índico, se abriría la posibilidad para que aumente el potencial de formación ciclónica en la llamada Región Principal de Desarrollo (MDR, por sus siglas en inglés), el área donde históricamente se genera la mayoría de los huracanes.
Se espera un aumento de la energía ciclónica acumulada hacia finales de agosto
Otra señal de advertencia la proporciona el índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE, por sus siglas en inglés), que mide la fuerza y duración de las tormentas tropicales y huracanes. El modelo Ecmwf sugiere que esta métrica comenzará a elevarse de manera significativa durante la segunda mitad de agosto, lo que representa un indicio más del probable aumento de la actividad ciclónica.
Esta proyección coincide con lo que históricamente se observa: agosto suele marcar el inicio del período más activo de la temporada de huracanes en el Atlántico. Aunque factores como la presencia de polvo del Sahara y vientos hostiles en las capas altas limitaron el desarrollo de tormentas en los primeros días del mes, los especialistas enfatizan que esto no implica una temporada tranquila. Todo lo contrario: la calma inicial podría dar paso a una segunda mitad mucho más turbulenta.
La tormenta tropical Dexter: el primer sistema activo de agosto
Mientras se afinan las predicciones a mediano plazo, ya se formó un sistema que pone en alerta al Atlántico norte. Se trata de la tormenta tropical Dexter, que fue ubicada el lunes 4 de agosto por el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en las coordenadas 34.6°N y 68.3°O, mientras se desplaza hacia el noreste a una velocidad de diez nudos (19 km/h).
En su último parte, el NHC indicó que Dexter presenta vientos máximos sostenidos de 40 nudos (74 km/h), con ráfagas de hasta 50 nudos (93 km/h). Las proyecciones del organismo indican que esta tormenta mantendría su intensidad en los próximos días, antes de convertirse en un sistema post-tropical hacia el 6 o 7 de agosto.
El pronóstico incluye:
- 4 de agosto: se espera que alcance los 45 nudos (83 km/h) con ráfagas de 55 nudos (102 km/h).
- 6 de agosto: ya como sistema post-tropical, seguiría con vientos de 45 nudos (83 km/h).
- 8 de agosto: se debilitaría hasta los 40 nudos (74 km/h) antes de disolverse por completo el 9 de agosto.
Esta tormenta no representa una amenaza inmediata para tierra firme, pero su formación confirma que la cuenca atlántica comienza a entrar en actividad.
Nuevos sistemas en vigilancia: dos zonas con potencial de desarrollo
Más allá de Dexter, el pronóstico del Centro Nacional de Huracanes ya identificó dos regiones con posibilidad de evolución ciclónica:
- Océano Atlántico central: una onda tropical recién desprendida de África se desplaza hacia el noroeste. Aunque en las próximas 48 horas no se prevé formación, las condiciones atmosféricas podrían volverse propicias hacia el final de la semana. El NHC le asignó una probabilidad de desarrollo del 50% en los próximos siete días.
- Frente a la costa sudeste de Estados Unidos: se anticipa la formación de una zona de baja presión a varios cientos de kilómetros del litoral. A pesar de que su desarrollo sería lento, se estima una probabilidad del 30% de que evolucione a depresión tropical hacia el fin de semana.