El gabinete israelí, encabezado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, se reunirá a finales de esta semana para decidir si amplía la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza, según informaron fuentes oficiales citadas por las agencias de noticias Europa Press, Reuters y AFP.
El encuentro llega en un contexto marcado por las especulaciones sobre un posible plan para ocupar completamente el enclave palestino, donde las operaciones israelíes han causado la muerte de más de 60.900 personas, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza.
Netanyahu declaró que convocará al gabinete para orientar a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en torno a tres objetivos principales: “La derrota del enemigo, la liberación de los rehenes y garantizar que Gaza nunca vuelva a representar una amenaza para Israel”, según recoge la información difundida. En la última sesión del Consejo de Ministros, Netanyahu insistió en que la nación se encuentra “en medio de una guerra intensa” y defendió la unidad política como condición para proseguir la ofensiva.
El anuncio coincide con la publicación de vídeos de dos rehenes israelíes, Evyatar David y Rom Braslavski, que aparecen con aspecto demacrado, lo que llevó al representante de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, a solicitar una reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU. El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, afirmó que el gobierno busca situar la cuestión de los rehenes, cautivos desde hace 22 meses, en el centro de la agenda internacional.
Hamas, a través de su portavoz militar Abú Obeida, negó las acusaciones de Israel y sostuvo que la crisis humanitaria que afecta a los secuestrados es consecuencia directa del bloqueo que impide el acceso regular de alimentos y medicinas a Gaza. La organización terrorista palestina condicionó cualquier avance en las negociaciones a la apertura de corredores humanitarios, cuya ausencia “amenaza de hambre” a la población civil, según denunció la ONU.
Algunos sectores del gabinete israelí, citados por el canal israelí 12, señalan que la falta de un acuerdo de alto el fuego y la situación de los rehenes refuerzan la opción de la ocupación total de Gaza, mientras que el “Foro de Familias de Rehenes” y un grupo de 550 exfuncionarios israelíes, entre ellos ex jefes de los servicios de inteligencia Mossad y Shin Bet, pidieron al presidente estadounidense Donald Trump que presione para poner fin al conflicto. Este colectivo acusó a Netanyahu de “llevar a Israel a la ruina y a los rehenes a la muerte”.
Sobre el terreno, las operaciones militares continúan. La Defensa Civil palestina informó que al menos 19 personas murieron el lunes, nueve de ellas al intentar recoger ayuda alimentaria en el centro de Gaza. Los ataques mantienen expectante a la comunidad internacional, que exige la apertura de las fronteras para la entrada suficiente de ayuda humanitaria. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió que impedir el acceso a los alimentos podría constituir un crimen de guerra o incluso un crimen contra la humanidad.
La balanza diplomática también se resiente. Países como Francia, Reino Unido y Canadá han anunciado su intención de reconocer oficialmente un Estado palestino, una medida que, según Saar, representaría “un enorme regalo para Hamas” y complicaría cualquier avance hacia acuerdos de alto el fuego y la liberación de rehenes.
El conflicto se remonta al ataque lanzado el 7 de octubre de 2023 por Hamas en territorio israelí, que provocó la muerte de 1.219 personas, principalmente civiles, según datos israelíes. Las cifras oficiales cifran en 251 el número de personas secuestradas durante aquel ataque, de las cuales 49 siguen cautivas y al menos 27 habrían fallecido. Las operaciones de represalia de Israel han causado desde entonces más de 60.933 muertes en Gaza, principalmente civiles, conforme a los registros del Ministerio de Salud gazatí, confirmados por Naciones Unidas.
(Con información de AFP y Europa Press)