A punto de cumplirse un mes desde el fallecimiento de Michu, y en medio de la creciente polémica mediática entre las familias implicadas, el entorno de Ortega Cano busca refugio en la intimidad y el apoyo mutuo. La familia atraviesa unas semanas especialmente delicadas, marcadas por la ausencia y el revuelo público, donde cada pequeño encuentro cobra especial significado.
En este contexto de recuperación y unión frente a la adversidad, José Ortega Cano, su hijo José Fernando y Aniceto han aprovechado su estancia en Cádiz para disfrutar de un apacible paseo juntos por Costa Ballena. Lejos de los focos y las cámaras, los tres han encontrado en ese reencuentro un respiro y una forma de fortalecer los lazos familiares.
La familia del torero ha dejado claro así que, a pesar de las circunstancias complicadas y las disputas externas, su prioridad sigue siendo compartir tiempo y mantenerse unidos, especialmente en este verano tan significativo.