En medio de sus esfuerzos por ejercer un mayor control migratorio y cumplir con las deportaciones masivas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó avances para su plan de retener a extranjeros en las bases militares.
La estrategia de Trump para detener a migrantes en bases militares
La administración federal contempla estos espacios para el arresto de extranjeros que se encuentren sin estatus legal en EE.UU. El 17 de agosto próximo, el gobierno inaugura el centro de detención más grande de ese país, East Montana, ubicado en Fort Bliss, en El Paso, Texas.
Junto a esa base, sobre un terreno del Ejército estadounidense, se autorizó también la apertura de otros centros, como la de Camp Atterbury en Indiana, la Base Conjunta McGuire-Dix-Lakehurst en Nueva Jersey, y la Estación Naval de Guantánamo en Cuba.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) señaló que se trata de incluir “ubicaciones estratégicas” para las operaciones de detención, procesamiento y deportación de migrantes, según una carta dirigida al Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés).
Los retenidos permanecerían un plazo de 14 días antes de ser expulsados del territorio norteamericano y las bases también operarían con los vuelos de deportación, al menos durante un período inicial de 60 días.
Esta nueva estrategia se enmarca en las iniciativas de Trump para identificar, detener y deportar a migrantes indocumentados que no poseen estatus legal en ese país.
Las operaciones contaron con una inversión inicial de alrededor de 232 millones de dólares y están vinculadas a la orden ejecutiva presidencial 14159, “Proteger al Pueblo Estadounidense contra la Invasión”, emitida el 20 de enero y anunciada por la Casa Blanca el 28 de abril pasado, que autoriza el despliegue de las fuerzas de seguridad nacional para el mantenimiento del orden público.
La norma contempla a su vez que los habitantes migrantes cumplan con el deber de registrarse ante el gobierno de EE.UU. bajo la sección 262 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés).
El proyecto de EE.UU. para operar en las bases militares con personas detenidas
La administración federal trata con estos esfuerzos de incrementar la capacidad de operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), con el foco principal en aumentar la extensión de los centros.
En el caso de Guantánamo, se planeó la ampliación para lograr albergar a 30.000 personas arrestadas, la separación de la prisión militar de alta seguridad y la supervisión del ICE con el apoyo logístico del DOD, según un memorando de enero pasado.
Para East Montana, se cuenta con una capacidad de mil detenidos y un aforo de 500 camas en un inicio, bajo la financiación del DOD. A su vez, ofrecerá servicios similares a los de otros centros de detención, como representación legal y biblioteca jurídica, áreas médicas y de recreación, comidas balanceadas a nivel nutricional y adaptaciones por razones religiosas.
En el caso del centro ubicado en Texas, en la frontera con México, los vuelos de deportación serán operados por la flota “ICE Air”.