El día viernes por la mañana se vivió la última audiencia por el juicio de Julieta Prandi contra su exmarido Claudio Contardi por violación. En un día marcado por la emoción y a la espera del veredicto el día miércoles, la modelo se retiró del Tribunal N.°2 de Campana y habló con la prensa presente afuera sobre lo que se vivió a puertas cerradas.
La audiencia tuvo los alegatos finales de ambas partes, el pedido de la defensa de la modelo de 50 años de prisión, el fiscal 20 años y la descompensación de Prandi luego de escuchar a su ex. Con anteojos de sol, la voz temblorosa y sensibilizada se enfrentó a los micrófonos que la esperaban: “Después de decir lo que siento y la justicia que creo que merezco recibir, pedí por favor que por seguridad mía, de mis hijos y de mi familia que se ordenase la prisión preventiva hasta que se conociera la sentencia, que es el día miércoles a las 9 de la mañana. No fue otorgada la detención y es por eso que pedimos el botón antipánico y la custodia policial”, comenzó diciendo la conductora, en diálogo con TN.
“Tiene una prohibición de acercamiento y una prohibición de salir del país, pero de todas maneras eso a mí no me deja tranquila porque sé los bueyes con los que aro. Sé de lo que es capaz, sé que no necesita hacerlo por sus propios medios, sé que puede mandar a cualquier individuo. Está rodeado de gente nefasta, por lo tanto, yo no me iba a retirar del tribunal sin custodia policial y botón antipánico”, explicó acerca de las razones detrás de su pedido de protección.
Los policías estarán con ella hasta que se conozca la decisión de la Justicia en el caso y será para toda su familia. Al escuchar los alegatos de su exmarido, sufrió una crisis y contó que fue lo que sucedió: “Fue inesperado, si bien en estos tres días lloré, no tengo ni idea del dolor que acabo de sacar. Terminé de hablar, salí de la sala, me largué a llorar y lloré desde la tripa. Fue sacar tantos años de dolor”.
Cuando le preguntaron si tenía confianza a la hora de que reciba una condena, se mostró esperanzada: “Confió que el tribunal está viendo las pruebas, las pericias, los testigos y no hay un perito, oficial o de parte, que no haya dicho que yo estoy diciendo la verdad. Del otro lado no hubo una defensa, no hubo un testigo, ni una pericia. Lo único que decían es que me dejaba manejar, pero mi registro es del año 2019 0 2020, que yo quería favorecerme en la parte civil, que ya está cerrada con un acuerdo”.
Lejos de poner el foco solamente en ella, extendió el pedido a todos los casos de violencia: “Siento que no es solamente mi causa. Esto es lo que debe atravesar toda víctima de violencia de género y de abuso. La gente pregunta ‘¿Por qué tardaste tanto en denuncias?’, y cuando me ven las víctimas que están en su casa, que están viviendo lo que yo estaba viviendo hace unos años dicen ‘yo ni loca paso por todo esto’. Cinco años esperé para llegar a un juicio, cinco años tardé para llegar a este lugar. No es mi caso, es el caso de infinidad de mujeres, somos demasiadas las que tenemos que pasar por este calvario“.
“No tengo duda de que va a haber justicia, no tengo duda porque sino que va a haber un país condenando esto”, aseguró con firmeza acerca de lo que espera que suceda el miércoles por la mañana. Durante su testimonio declaró que “estaba anestesiada en vida, me daba lo mismo todo, si me mataba me hacía un favor”, por lo que cuando uno de los cronistas le preguntó por esto, la modelo volvió reiterarlo: “Estuve presa en mi propia casa, estuve sometida, estuve violentada, fui abusada, fui privada de mi libertad, de acercarme a mi familia. Yo ya estuve muerta”.