El Hospital Nacional Dos de Mayo fue escenario de un hito médico. En sus salas se realizó, por primera vez en la red de hospitales públicos del Perú, la miotomía endoscópica peroral (POEM), una técnica mínimamente invasiva que permitió a un paciente de 43 años recuperar la capacidad de ingerir alimentos tras más de dos años viviendo con acalasia esofágica tipo II.
Según datos proporcionados por el propio hospital, este trastorno, poco frecuente, pero severo, impide que el esfínter esofágico inferior se relaje de manera adecuada, bloqueando el paso de alimentos y líquidos hacia el estómago y llevando a una progresiva disfagia.
El impacto de la acalasia en la vida cotidiana es grave: el afectado no solo experimenta una pérdida progresiva de peso y cuadros recurrentes de desnutrición, sino que también sufre limitaciones sociales y psicológicas derivadas de la incapacidad de participar en actividades tan elementales como compartir una comida en familia.
Durante más de dos años, quien hoy es protagonista de este avance médico atravesó diversas consultas y estudios. El cuadro de disfagia era progresivo. Al comienzo, solo podía tomar líquidos en pequeñas cantidades; luego, ni siquiera eso. Los alimentos sólidos quedaban totalmente excluidos de su dieta diaria, lo que finalmente precipitó su deterioro físico.
El caso se volvió emblemático en los pasillos del hospital limeño, pues evidenciaba la urgencia de renovar y modernizar los abordajes a trastornos poco atendidos en la sanidad pública del país. Fue así como el equipo médico inició la búsqueda de alternativas innovadoras para revertir la situación.
Acalasia esofágica tipo II: cuando tragar se vuelve imposible
La acalasia esofágica es una enfermedad poco frecuente que dificulta seriamente la alimentación. Quienes la sufren no pueden hacer que la comida y las bebidas pasen normalmente de la boca al estómago. Esto ocurre porque el músculo que está al final del esófago, justo antes del estómago, no se abre como debería cuando la persona intenta tragar. En la acalasia tipo II, que es la forma más común, este músculo permanece casi siempre cerrado y el resto del esófago tampoco logra empujar bien los alimentos.
Los síntomas principales incluyen dificultad para tragar tanto sólidos como líquidos, sensación de que la comida se queda atascada en el pecho, regurgitación (la comida vuelve a subir a la boca), tos al comer o beber, dolor en el pecho y una pérdida de peso que puede ser importante. A veces, las personas también pueden aspirar comida hacia los pulmones, lo que provoca infecciones. Vivir con acalasia esofágica tipo II significa, para muchas personas, dejar de disfrutar de la comida, tener miedo a atragantarse y estar cada vez más débiles a causa de la desnutrición.
POEM: tecnología y técnica al servicio del paciente
La llegada de la miotomía endoscópica peroral al Hospital Dos de Mayo supuso un giro radical. El procedimiento POEM, practicado por un equipo multidisciplinario liderado por el doctor Dacio Cabrera, representa el estándar internacional más avanzado en el tratamiento de la acalasia y trastornos de la motilidad esofágica. “Es una técnica avanzada, segura y efectiva, que ya ha demostrado resultados positivos en centros médicos referentes a nivel mundial”, destacó.
A diferencia de las cirugías tradicionales, esta nueva opción es mínimamente invasiva: se realiza sin incisiones externas, ya que el endoscopio se introduce por la boca. Desde el interior de la pared esofágica, se crea un pequeño túnel hasta el músculo que causa la obstrucción; ese músculo se secciona con precisión quirúrgica, devolviendo el flujo normal de los alimentos al tracto digestivo.
El éxito de la intervención se debió también al trabajo conjunto de gastroenterólogos, anestesiólogos, enfermeras, técnicos y expertos en endoscopía. Todos participaron en una planificación exhaustiva, respaldada por tecnología de alta definición y equipos electroquirúrgicos de última generación, adquiridos como parte del proceso de modernización que impulsa el Ministerio de Salud.
Esta infraestructura fue esencial para garantizar la seguridad del paciente y la precisión del procedimiento. El hospital enfatizó que su compromiso va más allá de la intervención puntual: la meta es incorporar de forma sostenida tecnologías innovadoras y fortalecer la capacitación del personal para mantener la vanguardia en el tratamiento de enfermedades digestivas.
Nuevas perspectivas para la salud pública peruana
La intervención consiguió lo que por años parecía inalcanzable. En los días posteriores a la POEM, el paciente pudo reintroducir alimentos y líquidos gradualmente, experimentando mejoras notorias en su salud general y en su estado de ánimo. Esta recuperación rápida es una de las características que diferencia la técnica POEM de las intervenciones quirúrgicas convencionales, donde los períodos de hospitalización y convalecencia suelen ser mucho más largos y dolorosos. Familiares y personal médico observaron el proceso con optimismo: la restauración de funciones básicas marcó un antes y un después, no solo para el paciente, sino para todo el equipo hospitalario comprometido en el caso.
El impacto del procedimiento ha trascendido los muros hospitalarios. El Hospital Dos de Mayo manifestó su intención de convertirse en centro de referencia nacional para tratamientos avanzados de motilidad esofágica y de promover la adopción de POEM y otras técnicas innovadoras en el resto de la red pública.
El doctor Dacio Cabrera insistió en la importancia de combinar formación continua con inversión en tecnología para lograr que más peruanos tengan acceso a terapias modernas, eficaces y seguras. “Queremos que ningún paciente deba resignarse a vivir con una enfermedad que ya es tratable en el mundo”, expresó el especialista.