La situación del transporte público en el distrito atraviesa un momento crítico. A la falta de frecuencias regulares y al deterioro de las unidades, se suma ahora un paro de micros por falta de pago, que afecta directamente a miles de vecinos que dependen del servicio para trasladarse diariamente.

Este martes, trabajadores del sector confirmaron que la medida de fuerza continuará hasta que se efectivice el pago de salarios adeudados. Una nueva reunión está prevista para este miércoles a las 9 de la mañana, donde se espera una definición por parte de la empresa prestataria.
“Nos dicen que no hay plata, pero nosotros necesitamos cobrar. Si arreglamos, trabajaremos normalmente”, expresaron los choferes, visiblemente preocupados por la falta de respuestas.
La paralización del servicio afecta especialmente a estudiantes, trabajadores, adultos mayores y personas con movilidad reducida. En barrios como Quequén, Villa Zabala y el núcleo urbano de Necochea, la ausencia de micros agrava la desconexión territorial y genera malestar entre los usuarios.
Vecinos y referentes barriales han manifestado su preocupación por la falta de planificación y control municipal, reclamando soluciones urgentes que garanticen un servicio digno, accesible y sostenible.
Más allá del conflicto salarial, el transporte público local arrastra problemas estructurales desde hace años: unidades deterioradas, recorridos insuficientes, horarios irregulares y escasa información para los usuarios. A esto se suma la falta de inversión en infraestructura, como paradas seguras y señalización adecuada.