Las autoridades mexicanas han extraditado a Estados Unidos a 26 reclusos con graves delitos a sus espaldas y entre los que se incluyen líderes de cárteles como el de Sinaloa, considerado por las autoridades estadounidenses como organización terrorista.
Así lo ha anunciado este martes el Departamento de Justicia en un comunicado en el que ha precisado que entre los cargos por los que serán juzgados en el país norteamericano incluyen «narcotráfico, toma de rehenes, secuestro, uso ilegal de armas de fuego, tráfico de personas, lavado de dinero, asesinato de un agente del sheriff».
Además, el organismo ha indicado que «entre los fugitivos puestos bajo custodia estadounidense hoy se encuentran líderes y administradores de peligrosos cárteles de la droga, como los designados como organizaciones terroristas extranjeras y terroristas globales especialmente designados, incluyendo el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Noreste (anteriormente Los Zetas)», quienes están acusados de haber «importado a Estados Unidos «grandes cantidades» de cocaína, metanfetamina, fentanilo y heroína.
La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, ha celebrado la extradición como «el ejemplo más reciente de los esfuerzos históricos de la Administración (de Donald) Trump para desmantelar cárteles y organizaciones terroristas extranjeras» y ha agradecido a las autoridades mexicanas por su «colaboración» en el traslado de 26 «hombres (que) han contribuido a traer violencia y drogas a Estados Unidos».