LA PLATA.– La justicia federal de La Plata avanza con la investigación de las muertes asociadas al fentanilo contaminado, que sigue sumando casos fatales: ya son 87 los fallecimientos confirmados y otros 9 están en investigación. Así lo ratificó Ernesto Kreplak, magistrado a cargo de expediente.
Estos últimos nueve decesos fueron informadas por el hospital de Bahía Blanca. La Justicia intenta ahora determinar si corresponden al uso del fármaco contaminado con bacterias que habría generado un brote infeccioso con consecuencias mortales en distintos puntos del país.
A los 76 fallecidos contabilizados en esta capital y Rosario, se agregaron luego nuevos decesos en la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Formosa. Ahora la nómina se podría ampliar con los casos que se investigan en Bahía Blanca, para llegar a casi un centenar de víctimas mortales, sostuvo Kreplak en diálogo con LA NACION. No obstante, el Hospital Español de esa ciudad bonaerense desmintió que allí se hubieran registrado decesos por el fentanilo contaminado.
La investigación comenzó con el testimonio de más de una decena de familiares de las víctimas mortales registradas en el Hospital Italiano de esta capital. Con el correr de los meses se sumaron historias clínicas de 200 nosocomios de distintos puntos del país, para intentar determinar si nuevos decesos corresponden a la contaminación del fármaco.
El juez Kreplak tomó declaración a varias decenas de familiares de personas fallecidas para intentar determinar la causalidad de su deceso respecto de la administración de la sustancia contaminada con bacterias.
El número de muertes asociadas al uso clínico del fentanilo elaborado por Laboratorio Ramallo para HLB Pharma Group ascendió en los últimos tres meses de manera vertiginosa en todo el país. En la Justicia creen que podría haber más fallecidos, dado que la sustancia fue distribuida en distintos centros de salud tras su elaboración en diciembre de 2024.
Hay al menos 24 personas investigadas como responsables de estos decesos presuntamente causados por la contaminación, pero aún no hay detenidos.
En los últimos días, el Ministerio de Seguridad de la Nación se presentó en los tribunales de Comodoro Py por una cuestión administrativa: el movimiento podría estar destinado a que la investigación cambie de sede judicial.
En tanto, en la causa principal que instruye el juez Kreplak se presentaron como querellantes no solo los familiares de las víctimas, sino también el Ministerio de Salud de la Nación, la Municipalidad de Rosario y el Hospital Italiano de La Plata, más representantes de al menos una droguería.
Según el avance de la investigación, fueron como mínimo cinco los lotes contaminados de fentanilo que se distribuyeron en ocho distintos nosocomios y centros de salud del país.
De acuerdo con un informe redactado por el Instituto Malbrán y enviado al juzgado federal N°3 de Kreplak, en las muestras contaminadas se hallaron al menos tres bacterias, pero dos de ellas, Klebsiella pneumoniae y Ralstonia picketti, son microorganismos que no suelen estar presentes en la comunidad intrahospitalaria.
La mayoría de las víctimas mortales se registraron en el Hospital Italiano de esta capital. En esta provincia también hubo registros de fallecidos en los hospitales Alejandro Korn de Melchor Romero y el provincial descentralizado Interzonal General de Agudos Simplemente Evita.
Además, se reportaron decesos en los hospitales Italiano de Rosario y de Santa Fe, en el Centro Cardiovascular de Rosario y en el hospital provincial de esa ciudad.
En la provincia de Santa Fe, también se registraron casos en el Sanatorio de Niños, Sanatorio Parque, Hospital de Emergencias Doctor Clemente Álvarez, Hospital José María Cullen y Sanatorio Parque.
Además, se informó un caso en el Sanatorio Dupuytren de la ciudad de Buenos Aires, otro en Córdoba y uno en Formosa. Y potencialmente nueve en un hospital privado de Bahía Blanca.
“Una docena de familiares de víctimas identificadas en el Hospital Italiano de La Plata ya se presentaron en el expediente”, dijo Kreplak.
Entre esas víctimas se encuentra Renato Nicolini, de 18 años, que llegó al sanatorio tras un accidente de moto en Chascomús y desarrolló una infección severa a causa de dos bacterias, según el testimonio de Sol Francese, su madre, denunciante en la causa.
También se encuentra Leonel Ayala, de 32 años, inspector de enseñanza, que estuvo internado en el mismo nosocomio y, según la familia, recibió fentanilo contaminado. Todos los casos permanecen bajo un proceso de investigación detallada.
Hace meses, el juzgado trabaja en recolectar las historias clínicas de las víctimas antes que tomar nuevas medidas sobre los cuerpos de las personas que perdieron la vida tras recibir la sustancia.
“Estamos trabajando con el cuerpo médico forense y aparentemente no sería necesario practicar autopsias. Eso es una buena noticia para las familias. Pero esto es aún materia de peritaje”, sumó el juez, que es hermano del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
El caso
La magnitud real de la tragedia sanitaria desatada por las ampollas contaminadas de HLB Pharma Group y Laboratorio Ramallo aún es incierta.
Mientras que en el expediente judicial crece la cantidad de muertes confirmadas o en estudio en relación con el uso de fentanilo contaminado, el Ministerio de Salud de la Nación mantiene en 48 esa cifra. Esto es de acuerdo con las notificaciones recibidas desde las jurisdicciones y aun cuando distritos como Córdoba e instituciones en esa provincia informaron casos ante requerimientos judiciales.
El total de afectados oficializados en tres provincias, en tanto, se mantiene en 67, como en las dos últimas semanas. Son 46 en Santa Fe, 19 en la provincia de Buenos Aires y dos en la ciudad de Buenos Aires. De hecho, no ingresaron nuevas notificaciones desde entonces al sistema nacional de vigilancia sanitaria.
La cartera nacional aclaró que, hasta el cierre de la última actualización del Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), anteayer, “no se han recibido notificaciones del evento presentado provenientes de la provincia de Córdoba; la jurisdicción se encuentra realizando la investigación epidemiológica para recabar la información pertinente”, pese a que trascendió que existen cuatro casos, uno de ellos con desenlace fatal.
Ahora, los investigadores deberán resolver una cuestión tan técnica como crucial: confirmar si los pacientes murieron “con” la bacteria detectada en el medicamento o “por” ella. La diferencia es clave para determinar responsabilidades penales y dimensionar el daño causado por un fármaco que, paradójicamente, se usa desde hace más de 40 años para aliviar el dolor, inducir anestesia general y asistir la respiración en cuidados intensivos.