Lo que parecía ser un retraso común de una aerolínea, se convirtió en una insólita experiencia para dos amigas que viajaban desde New Orleans hacia Orlando. Tras quedar varadas durante cinco horas en el aeropuerto, abordaron el vuelo de Southwest Airlines y descubrieron que eran las únicas pasajeras.
Un largo retraso y una sorpresa a bordo
El 14 de julio, Sherri Brun y Camille Tate, dos amigas con discapacidad visual, tenían pasajes para el vuelo 2637 de Southwest. Según informó Fox News, llegaron temprano al aeropuerto y se ubicaron junto a la puerta asignada.
Las pasajeras estuvieron allí durante horas, mientras controlaban la aplicación oficial de la compañía para verificar cualquier novedad. Nada les hacía sospechar que los demás pasajeros habían sido reubicados en otro avión de la misma aerolínea que había partido desde una puerta cercana.
Cuando finalmente las llamaron para abordar, se encontraron con la escena más extraña de sus vidas: el avión estaba completamente vacío. “Son las únicas dos personas en este vuelo porque se olvidaron de ustedes”, reveló Brun que les dijo un miembro del personal.
Falta de información para pasajeros con discapacidad visual
De acuerdo con el Departamento de Transporte de Estados Unidos, las aerolíneas deben garantizar una comunicación clara y rápida para pasajeros con discapacidades, especialmente en situaciones de retrasos, cambios de puerta o reprogramaciones. Se trata de un requisito legal contemplado en la Ley de Acceso de Transportistas Aéreos.
Para Brun y Tate, la experiencia estuvo lejos de cumplir con ese estándar. “Nadie nos dijo nada sobre otro vuelo”, relató Brun. “Solo estábamos esperando en la puerta, revisando la aplicación”, agregó.
Tate también reclamó mejoras urgentes en los protocolos de atención: “Es necesario mejorar la forma en que se comunican con sus pasajeros, especialmente con aquellos que tienen discapacidades”.
La respuesta oficial de Southwest Airlines
Frente a la repercusión del caso, Southwest envió un comunicado a Fox News Digital para aclarar lo sucedido. “Hemos visto versiones inexactas que sugieren que ‘olvidamos’ a las dos clientas o que enviamos un avión de regreso para recogerlas. Ninguno de estos casos es cierto», señaló la empresa.
Y agregó que las pasajeras estaban “programadas en el vuelo 2637″ y que “aunque tuvo casi cinco horas de retraso ese día, mantuvo el mismo número de vuelo”.
Según indicaron, “la confusión sobre el regreso de un avión podría deberse a que muchos de los clientes de ese vuelo fueron acomodados en otro vuelo con destino a MCO que salió un poco antes desde una puerta cercana”, pero aclararon que las mujeres “no fueron reubicadas en ese vuelo, por lo que su puerta asignada nunca cambió”.
Asimismo, la aerolínea ofreció disculpas públicas y aseguró que trabaja para perfeccionar sus procesos. “Southwest siempre busca maneras de mejorar la experiencia de viaje de nuestros clientes y participa activamente en la industria aérea, compartiendo las mejores prácticas para acomodar mejor a los pasajeros con discapacidades”, indicó el comunicado.
Como gesto hacia las dos pasajeras, Southwest entregó un vale de US$100 a cada una, en compensación por la demora. Sin embargo, para Brun y Tate el valor económico no compensa la falta de información que enfrentaron durante esas horas de espera en el aeropuerto.