Desde el primer capítulo de Montaña rusa quedaron en claro dos cosas: la fuerte química entre Nancy Dupláa y Gastón Pauls, y que sus personajes, Mariana y Alejandro, tenían que terminar juntos. Para alegría de los televidentes, eso ocurrió, pero para lograrlo debieron sortear vicisitudes de todo tipo, incluidos romances con terceros.
Uno de los romances más complejos y polémicos es el que protagonizó Mariana con Federico, un joven que comenzó siendo su jefe para luego enamorarla. Después de revelarse como un hombre tóxico y autoritario, el muchacho terminó siendo abandonado, literalmente, en el altar, pero su participación llevó al actor que lo interpretaba a una fama inmediata, como ocurrió con cada uno de los jóvenes que tuvieron una participación importante en la serie.
Ese actor es Juan Soler, y a pesar del éxito conseguido en aquel momento, nunca más volvió a trabajar en el país. “En 1991 me instalé en México. Ya estaba trabajando allí cuando se abrió la posibilidad de interpretar a Federico en la primera temporada del programa. Era el novio de Mariana, el personaje que hacía Nancy Dupláa. Fui por tres semanas, pero al personaje le fue muy bien y me quedé tres meses”, resumió Soler a LA NACION, desde México.
Un nuevo desafío
Soler es uno de los nuevos participantes de Top Chef VIP 4, una de las nuevas apuestas de la cadena Telemundo en el que 20 figuras ponen a prueba sus capacidades culinarias. “Soy muy competitivo porque desde chiquito estuve involucrado en la natación y en el judo, pero sobre todo en el rugby. En dos de esas disciplinas, representé a la Argentina; entonces, soy muy competitivo, pero me gusta competir dentro de las normas, de las reglas, del esquema ético que te impone la práctica del deporte de alta competencia. No entiendo el sacar una ventaja de manera dolosa, no está en mi ADN. Por eso, llego a competir, pero con las herramientas que tengo. No voy a buscar ventajas”, aseguró el actor.
A la competencia, asegura que intentará llevar los sabores de su infancia. “Nací en Tucumán, entonces, recuerdo las empanadas, la humita, el asado, el locro, la polenta con tuco, lo clásico, las lentejas, los sándwiches de milanesa… Había una colonia grande de alemanes, así que papá nos llevaba al Club Alemán a que comiéramos chucrut. Son sabores que me traen mucha nostalgia y que aprecio mucho cada vez que tengo la oportunidad de saborearlos”, indicó.
“Además, íbamos a comer muy seguido a la casa de mis abuelos maternos. Mi abuelo era argentino, de cuarta generación, y mi abuela, de tercera. Ella era de origen italiano y él, de La Rioja, de los Quiroga”, agregó, muy orgulloso de sus orígenes. “Estoy trayendo todos esos sabores al programa. Ya cociné humita, que me hace acordar muchísimo a la casa de mi abuela, y la carne asada, que me hace acordar muchísimo a mi abuelo. Él, en el fondo de su casa, tenía parrilla, horno de barro… Me gusta llevarle a la gente lo poco que sé de cocina, que es en realidad, todo lo que tiene que ver con el fuego. Eso sé manejarlo”, aseguró.
A pesar de que en varios registros se asegura que Montaña rusa es su primer trabajo televisivo, Soler explica que cuando le llegó la propuesta, él ya venía trabajando en México. “Venía de trabajar en teatro aquí y había hecho una telenovela con el señor Ernesto Alonso, uno de los realizadores más importantes de novelas de habla hispana, que se llamó Bajo el mismo rostro».
Su llegada a México
A México llegó en 1991. Les había contado a sus padres que quería ir a probar suerte allá, pero no encontró la respuesta que esperaba. Le dijeron que no iban a pagarle el pasaje. No le quedó otra alternativa que ahorrar lo que cobraba de los desfiles que realizaba y su mamá terminó prestándole lo que le faltaba. Terminó sacando un pasaje en cuotas, con el regreso abierto. Llegó con 360 dólares y la urgencia de trabajar para vivir. El modelaje fue su primera opción, y tuvo la suerte de dar con una agencia que le consiguió trabajo desfilando para una tienda departamental que tenía locales en todo el país. “Pasé de cero a cobrar diez mil dólares por mes”, recuerda el actor.
Luego de formarse en Televisa, consiguió su primer trabajo en la telenovela Bajo un mismo rostro. Allí, interpretó a Marcelo, el hermano de la protagonista, la también argentina Christian Bach. Su segundo trabajo fue Acapulco, cuerpo y alma; y luego llegaría su primer protagónico: Cañaveral de pasiones, que estuvo producido por Bach.
Sin embargo, el actor asegura que ese fue solo un hecho fortuito y niega que haya existido o exista una especie de cofradía entre los actores argentinos que viven en México. “La telenovela, al principio estaba a cargo de José Alberto Castro, que es el hermano de Verónica, y fue él quien me eligió para el personaje principal, pero faltando tres semanas para el estreno, algo pasó en Televisa y le pasaron la producción de la novela a Humberto Zurita y a Christian. Entonces, volví a hacer pruebas, castings, y se cambiaron algunos personajes, pero me volví a quedar con el protagónico”, explicó.
“Cañaveral de pasiones, que fue mi gran oportunidad, el parteaguas en mi carrera. Esa es la única telenovela que se transmitió en el prime time europeo. Nunca más pasó eso”, aseguró el actor.
“No existe una cofradía de argentinos en México”
Luego llegarían decenas de telenovelas, unitarios y series que lo posicionarían como uno de los actores más importantes de México. Con el correr de los años, un puñado de argentinos llegaría también a tierra azteca para probar suerte: Michel Brown, David Chocarro, Sebastián Rulli, Rodrigo Guirao, Sebastián Rulli, Santiago Ramundo, Macarena Achaga, Horacio Pancheri, Mónica Ayos y su compañero en Montaña Rusa, Diego Olivera. Sin embargo, Soler insiste en que la nacionalidad y las costumbres que tienen en común no los ayudó a acercarse. “De hecho, yo no tengo tanta relación ni con Diego Olivera... Con el que más relación tengo, llegado el caso, es con Sebastián, que también estuvo en Montaña Rusa [Seguda Vuelta, la continuación de la ficción]. Pero no… No veo que exista esa cofradía», insiste.
Desde hace un par de años, el actor está en pareja con la conductora mexicana Paulina Mercado. Antes, estuvo casado, durante 15 años, con la actriz argentina Magdalena “Maki” Moguilevsky. Con ella tuvo a sus dos hijas menores, Mía y Azul. Su primogénita es Valentina, que vive en Tucumán y hace cuatro años lo convirtió en abuelo de Alfonsina.
Las tres niñas
“Me enteré de la existencia de Valentina cuando ya llevaba un año y medio en México. En ese momento, no había celulares ni formas de comunicarse. Karina, que es una extraordinaria mujer, había sido mi novia antes de irme, pero nos separamos porque yo me vine a México. Quedamos desconectados, totalmente desconectados… Me conmueve mucho hablar sobre ella por su entereza”. El actor relató en más de una oportunidad que la primer vez que volvío a Tucumán, Karina lo llamó por teléfono y le dijo que tenía algo importante que contarle. “Me dijo: ‘No quiero nada de ti, pero mi papá me dijo que tu tienes que saber que tienes una hija. Es tu decisión. Puedes hacer lo que quieras. Ella ya lleva el apellido de papá, y no vengo a pedirte absolutamente nada’”, rememoró.
A partir de ese momento, construyó una muy buena relación con Valentina, que, según cuenta el actor, es muy fanática del asado. “Mía y a Azul, también; pero como cuando eran chiquitas las llevé a vivir a Miami, porque me contrató Telemundo por 5 años, crecieron con dos cocinas: una es la japonesa y la otra, la que yo traje de allá [por la Argentina]. Cada vez que yo llegaba de las grabaciones les preparaba las lengüitas, que es lo que nosotros llamamos entraña, y en México es la arrachera. ¡Les encantaba!“, contó.
Totalmente ensimismado con su nuevo rol de concursante de un programa culinario, Soler también indicó qué fue lo que más le llamó su atención de la comida mexicana. “Nosotros en Tucumán ya comíamos picante. Usamos el ají puta parió, que lo venden en el supermercado, y es el más fuerte nuestro, pero no tiene nada que ver con los de acá. ¡Nada que hacerle! Apenas llegué me encantó el taco al pastor [un taco de carne de cerdo adobada con piña], los volcanes [tortillas crujientes con una capa de queso, carne asada, ingredientes a gusto y una capa de queso gratinado]. La verdad es que la comida mexicana me gustó mucho desde el inicio, no tuve problemas ni con la tortilla, ni con el picante, ni con el chile. Te estoy hablando de 1991. Ya tengo 34 años de vivir en México y el paladar muy acostumbrado».
Opiniones polémicas
En febrero, luego de que el presidente Javier Milei dedicara buena parte de su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos a criticar la “ideología woke”, vinculándola a la inmigración, el feminismo, el ambientalismo y la ideología de género, Soler salió a respaldarlo, generando gran polémica en México.
En una entrevista televisiva, Soler aseguró que se considera un hombre “republicano” y “trumpista” que “ama profundamente” a Milei. Tanto, que tiene un retrato del primer mandatario argentino colgado en una de las paredes de su casa. “Todo el mundo, últimamente, está romantizando todo. Romantizan la delincuencia, la inmigración ilegal, y el tema de los trans. ¡Por Dios!”, disparó recientemente el actor.
Estas declaraciones despertaron una oleada de críticas en las redes sociales. Muchos de sus seguidores le recordaron que él también es un migrante, pero el actor respondió: indicó que es ciudadano mexicano desde 2003 y aseguró que muchas de las críticas que recibía por su defensa a las políticas migratorias de Trump eran producto del “resentimiento” que genera su “blanquitud”.
Ultima Hora!
Están intentando CANCELAR a Juan Soler por apoyar a Bukele, Trump y Milei y se DEFIENDE.
Que opinan de este video? pic.twitter.com/PRT2DH9Vu9
— Irvin Cuchilla, R.T.(R) (@MrCuchilla) February 20, 2025
“A los que me dicen que me vuelva a mi país, este es mi país. Amo México”, señaló en un video que subió a sus redes sociales. Y agregó: “Sí, apoyo a Milei, a Trump, a Nayib Bukele, a Georgia Meloni. A ver… ¿No tenemos muchos años de comer estiércol? ¿No tenemos muchos años de que nos vean la cara? (…)¿No estamos hartos de eso? Para mí todos ellos representan el cambio. (…) Ellos están trayendo ideas y propuestas que a mí me gustan (…). Yo no tengo nada contra la inmigración. Yo soy inmigrante. Mi papá también lo era. El país y la tierra es de quien la trabaja. Pero hay requisitos. Hay legalidad», indicó.
Desde su cuenta de X, además, suele apoyar las iniciativas del gobierno argentino y fustigar a quienes considera sus adversarios. Pero a pesar de defender las políticas del líder libertario y de no estar de acuerdo con las de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo, Soler no sueña con volver a la Argentina. “Allí se hace muy buena televisión, muy buen cine y muy buenas series; pero no sé si me iría a instalar”, reconoció. Y explicó: “Si sale un proyecto y tengo la posibilidad de hacer las audiciones y quedo dentro del elenco, por supuesto, me encantaría. Pero ir a instalarme para ir a buscar una posibilidad en la Argentina, no, no lo haría. Mi mercado está aquí en México, y se ha extendido a otros horizontes”.