La relación entre Mónica Pont y su madre, siempre marcada por altibajos y tensión pública, acaba de sumar un nuevo capítulo. La actriz ha roto su silencio ante las cámaras y ha decidido hablar sin tapujos sobre el conflicto familiar que la aleja actualmente de su madre.
Mónica no titubea a la hora de señalar la raíz del problema: «Mi madre tiene que dejar de manipular todo». Así, la intérprete deja claro que la situación, lejos de mejorar, la ha llevado a tomar una decisión firme respecto a su futuro familiar.
Preguntada sobre si tiene intención de resolver la distancia que las separa, es rotunda: «Por el momento, no. Creo que tengo que protegerme a mí». La actriz, que en otros tiempos ha tratado de tender puentes, ahora se muestra convencida de que necesita cuidar su bienestar ante todo.
Respecto a las acusaciones de su madre, quien la habría dejado como mentirosa ante terceros, despacha el asunto con total serenidad: «Me es igual, es igual. La gente no es tonta. La audiencia no es tonta. Chao». Con estas palabras, Mónica deja claro que, por ahora, no piensa ceder ni dejar que las críticas afecten su imagen pública.
La situación familiar queda marcada así por la distancia y la firmeza. Ajena a cualquier polémica, prefiere centrarse en sí misma y mantenerse al margen de manipulaciones y versiones encontradas.