Es un día muy especial para el deporte argentino. Guillermo Vilas, el hombre que popularizó el tenis en nuestro país y que se encumbró como leyenda, cumple 73 años. Radicado en Montecarlo desde hace muchos años y, con dificultades de salud, no aparece públicamente y siempre es su familia la encargada de realizar distintos posteos en las redes sociales, cuidando su privacidad.
“Happy birthday. I love you endlessly (Feliz cumpleaños. Te amo infinitamente)”, escribió en Instagram Andanin Vilas, la hija mayor del ganador de 62 títulos, entre ellos cuatro Grand Slams, acompañando las palabras con una tierna foto con su papá, hace unos años, leyendo juntos una revista.
Existe un respetuoso silencio sobre el estado de salud de Vilas, que atraviesa una enfermedad que la familia nunca comunicó. Así, preservando la privacidad, se mantiene por el momento. En julio de 2023, Andanin hizo una excepción ante un medio periodístico y abrió su mundo. En su charla con LA NACION, por videochat, dejó una frase emocionante: “Cada vez que me dicen: ‘Mandale un abrazo a tu papá’, yo le mando el abrazo a mi papá. Le digo: ‘Mirá, esta persona te manda un abrazo, lo conocí este día, a tal hora, te manda un fuerte beso’. Yo se los mando. A él le gusta eso, le gusta saber que sigue, que la gente piensa en él a veces, claro porque se siente que es un jugador viejo ya, entonces dice: ‘Bueno, qué va a pensar en mí esta gente’”.
Andanin nació en París y cumplirá 22 años en noviembre. Vivió muchos años en la Argentina. Para ella, su papá también es un superhéroe, como para tantos amantes del tenis en la Argentina, aunque tiene una óptica distinta. Fue la primera “heredera” del Poeta. Y, según dijo, es la más parecida de carácter a su papá de los cuatro hijos que tuvieron Vilas y la tailandesa Phiang Phathu (completan Lalindao, de 15 años, nacida en Miami el 6 de enero de 2010; Intila, de 14, nacida en Buenos Aires el 23 de diciembre de 2010; y Guillermo Jr., de 8, que nació el 3 de abril de 2017 en Mónaco).
Vilas no sólo hizo popular el tenis en la Argentina. En la región sudamericana también inspiró a una generación que miraba de lejos a las figuras internacionales. “Nos hizo creer que los sueños eran posibles”, confesó, en un informe de LA NACION de 2022, el ecuatoriano Andrés Gómez, campeón de Roland Garros 1990, logro que lo convirtió en el primer latinoamericano ganador de un Grand Slam después de la era Vilas.
“Guillermo nos enseñó a trabajar. Cuando practicábamos en el BALTC, llegabas a las 7 de la mañana y él ya estaba desayunando yogur con frutas en la cancha. Tenía una gran intensidad y no salía de la cancha hasta la noche. Fue un guía. En el torneo que estaba, tratábamos de pelotear con él. Nos marcó a todos. Era un Dios con piernas al que teníamos cerca”, aportó el peruano Pablo Arraya.
Como ocurre en cada 17 de agosto las redes sociales se llenan de mensajes, fotos y videos de Vilas, una leyenda del deporte nacional. Claro que los posteos que más conmueven son los de sus familiares, el círculo íntimo que lo protege como nadie.