A pesar de que su relación está completamente rota desde hace un año, Maite Galdeano no ha dudado en salir en defensa de su hija Sofía Suescun tras salir a la luz que habría sido infiel a Kiko Jiménez con el influencer Juan Faro.
Desde San Pedro del Pinatar (Murcia), donde reside en un barco alejada del foco mediático, la ‘elegida de Dios’ ha aprovechado la nueva polémica protagonizada por la pareja para arremeter contra su yerno, convencida de que la supuesta deslealtad de la concursante de realities es una «confabulación» orquestada por su yerno para victimizarse después de que Cristian Suescun le tachase de «jeta», de «sinvergüenza», y de manejar a su hermana como si fuera «una marioneta» para vivir de ella «sin dar un palo al agua».
«Mi hija jamás en la vida hubiese tenido una relación con otro hombre que no sea del que está enamorada. Eso es mentira. Soy su madre. Yo no me lo creo porque yo conozco muy de cerca a mi hija y a esta persona por la que estoy fuera de la casa de mi hija. Es todo mentira, confabulación de él para que mi hija quede mal y él de víctima y se acabó», ha sentenciado en ‘TardeAR’, asegurando que la infidelidad sería un montaje de Kiko para blanquear su imagen tras las acusaciones del hermano de Sofía.
Mientras tanto, y a pesar de su preocupación por su hija -y de que no oculta que le encantaría que rompiese con el de Jaén- Maite continúa disfrutando del verano en la costa murciana en muy buena compañía. A pesar de que afirma que en estos momentos está soltera y sin compromiso, las cámaras de Europa Press han sorprendido a la navarra en la playa con un amigo con el que se mostró de lo más cómplice.
Inseparable de su perro, la madre de Sofía presumió de cuerpo en bikini después de echarse protección solar a conciencia para evitar quemaduras mientras charlaba con su acompañante, con el que pasó una relajada jornada frente al mar ajena a la crisis de su hija y Kiko tras revelar su rotunda opinión sobre los rumores de deslealtad.