El concierto de David Bustamante en Pinto ha dado mucho de que hablar entre sus seguidores. El cántabro sorprendió al público con su espectacular cambio físico -más delgado y deportivo- y un directo repleto de energía, cercanía y humor, logrando un lleno absoluto que dejó fuera a algunos fans. Entre bromas, agradecimientos y mensajes para sus haters en redes sociales, el ex de Paula Echevarría conectó con sus seguidores y demostró una vez más su capacidad para emocionar y entretener.
Uno de los momentos más especiales de la velada tuvo lugar cuando Bustamante invitó a Verónica Romero, compañera de la primera edición de Operación Triunfo, a subir al escenario. Juntos rindieron homenaje a su amigo y también exconcursante Álex Casademunt, fallecido en 2021. Antes de comenzar la interpretación de ‘Dos hombres y un destino’, el cantante pidió al público que encendiera las linternas de sus móviles: «Desde aquí un beso al cielo y a todos los que están conmigo. Te queremos y no te olvidamos Álex», declaró emocionado. Añadió: «Como llegados a este momento, me gustaría pediros que hiciéramos un mar de estrellas para que esta que está en el cielo nos escuche y esté tan orgulloso como somos nosotros de su legado; que todo el mundo encienda las linternas del móvil, en ser un mar, un universo y que cantemos esa canción así. Así es: ‘que suene la música’. Gracias, de corazón, familia, gracias».
Posteriormente, Verónica, visiblemente emocionada, celebró el tributo y reivindicó el recuerdo de Casademunt: «Claro que ha llegado, y el cielo ha llegado aquí. Y yo lo pienso mucho, bueno, todos lo pensamos y lo sentimos. Para mí Álex es esa energía, esa fuerza, ese carisma, se refleja en nosotros y tenemos que tener ese momento para él. Espero que un día se le haga un buen reconocimiento con el permiso de la familia y de todo el mundo, ¿no?». Subrayó su deseo de que ese homenaje se materialice: «A mí sí. A todos, yo creo, ¿no? Pero bueno, el reconocimiento está en cada día, en cada recuerdo, en cada canción, y esta noche ha estado ahí, porque ‘Dos hombres y un destino’ son dos, son dos». Así, la emoción y los recuerdos se mezclaron con la música en un homenaje sincero y sentido a su amigo y compañero, que dejó huella en todos los presentes.