Quiso el azar que llegasen al Hotel Hilton de Puerto Madero prácticamente juntos. Primero hizo su entrada triunfal Carolina Pampita Ardohain, del brazo de su novio, el polista Martín Pepa. Están recién reconciliados. Y se los vio radiantes. Curiosamente, horas antes, cuando llegaron a Ezeiza luego de compartir unos días en Nueva York, evitaron ser fotografiados juntos. Salieron del aeropuerto separados. A la noche posaron felices, abrazados, por una causa noble: la cena anual de recaudación de la Fundación Los Piletones, de Margarita Barrientos.
En ese preciso momento, mientras la pareja se daba un baño de flashes, apareció en escena otro de los invitados: Roberto García Moritán, acompañado por su novia, la modelo y periodista Priscila Crivocapich.
Fue la primera vez que Pampita y Moritán, definitivamente separados desde septiembre de 2024, padres de Ana, coincidieron en un evento.
Fue un momento incómodo para todos, salvo para los cuatro protagonistas que se esforzaron por mostrar una sonrisa enorme, perfecta. No se saludaron, tampoco se presentaron a sus actuales parejas.
Tomados de la mano, Moritán y Priscila esperaron pacientemente que Pampita y Pepa terminasen con las fotos. No se acercaron. Como tardaron demasiado, el ex funcionario porteño y su pareja bajaron al salón y dejaron la foto para más adelante.
Moritán y Priscila se sentaron en una mesa vecina a la mesa principal, que compartieron con el diputado Martín Tetaz. Nunca se cruzaron con Pampita y Pepa.
Los reporteros gráficos tampoco lograron otra foto que buscaban: la de García Moritán y su ex jefe, Jorge Macri.
Todavía en el hall de ingreso, Pampita fue abordada por los cronistas de la televisión.
-García Mortitán a metros, vos con tu pareja actual… qué lindo eso.
Pampita: Sí, sí, porque ya me conocen cómo soy. Y para mí mi familia es lo más importante, y los vínculos son lo más importante, y siempre rescato lo mejor de todo el mundo. Así que podemos compartir muchos momentos por suerte.
Desde el piso de América, Pepe Ochoa -que ejercía como conductor de LAM por ausencia de Ángel de Brito- le preguntó si había influido María Vázquez en su separación de Pepa.
-¿En esto nada tiene que ver con María Vázquez? Se habló que te bajó el pulgar, que habló con el jefe del jefe de él (por Pepa).
-Nada de alrededor tiene que ver y yo en su momento lo aclaré. Siempre me hicieron sentir cómoda en el ambiente del polo. Primero que no voy mucho, pero cuando voy no hay nadie que me mire mal, ni que diga algo de mí ni que me haga pasar un mal momento. Así que no tengo nada que decir y espero que eso quede aclarado para siempre.
Luego llegó la pregunta más incómoda. Ochoa le preguntó si había escuchado las declaraciones de una tal Araceli Salto, que dijo ser amante de Moritán mientras estaba casado con Pampita, y contó que había visitado el hogar familiar. Otra vez, con una sonrisa perfecta, Pampita respondió: “Ese se lo tienen que preguntar a los protagonistas”.
Pampita también se refirió a su reconciliación con Martín Pepa tras un mes y medio de distancia.
“El amor hizo que volviéramos. Nos extrañábamos mucho, teníamos muchas ganas de intentarlo desde otro lugar. Creo que crecimos un montón como pareja con esta distancia de un mes y medio. Y empezando de cero, con mucha ilusión”, comenzó y remarcó que está decidida a dar vuelta la página de la crisis que vivieron.
Desde el piso, le dijeron que “periodistas del espectáculo” aseguraron que Pepa había huido de la relación porque ella era “tóxica”.
Sin perder la sonrisa, Pampita respondió: “Se dicen muchas cosas siempre, pero la realidad de una pareja solo la conocen los protagonistas y obviamente nos estaba costando imaginarnos un futuro juntos, con los viajes, con las carreras de los dos y que ambos disfrutamos. También países distintos y tener que criar a los chicos en países distintos. Pero bueno, creo que la distancia nos hizo replantearnos y buscar alguna manera para lograr estar juntos y seguir adelante porque había algo profundo, algo en serio que no nos queríamos perder la oportunidad de intentarlo”, continuó convencida.
Lucía espléndida, con un vestido azul “que me trajo Martín de Londres”.