Un nuevo caso de hurto a conductores de aplicación se conoció en Bogotá.
Infobae Colombia conoció un tercer caso (uno a finales de 2024 y dos en lo corrido de 2025, y en esta situación, a mediados de agosto de 2025) que se reporta en el país de un ladrón que, usando su vocación de falso sacerdote, hace de las suyas.
El falso sacerdote promete ofertas laborales a los conductores que lo transportan, y luego se esfuma con dinero en efectivo y objetos de valor.
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Así le ocurrió a una joven identificada como Angélica Gaona. La joven en Bogotá encontró en el vehículo que tiene junto a su esposo su fuente principal de ingresos.
Por tal motivo, lo ocurrido con este señor inescrupuloso tienen en alerta a los usuarios que trabajan a través de aplicaciones (tales como Uber, DiDi, Cabify, Yango, InDrive, entre otras), debido a que este caso ocurrió poco tiempo después de que este mismo medio publicara un informe el 27 de julio de 2025, donde la segunda víctima, también en Bogotá, contó detalles de lo que fue el robo.
Debido a todo lo anterior, Angélica aseguró que ella también fue víctima del mismo sujeto, debido a que logró identificarlo y confirmó que el mismo sujeto que robó a su colega, en esa ocasión, en el norte de Bogotá.
Lo más curioso de esta situación es que el primer hurto se publicó también en este portal el 20 de diciembre de 2024, luego del informe del medio regional MiOriente, luego de que un conductor narró los hechos que se presentaron cuando llevó al “religioso” a una iglesia en el municipio de Rionegro Antioquia.
Falso sacerdote robó a conductora de aplicación en Bogotá: hasta le prometió trabajo, como lo hizo con su anterior víctima
“Un hombre que se hizo pasar por sacerdote me robó el celular tras ganarse mi confianza con falsas promesas de trabajo y servicios religiosos, declaró Gaona.
La víctima relató que recibió un servicio a través de la aplicación desde la parroquia San Juan de Mata, ubicada en el barrio Tabora de Bogotá. Allí, un hombre identificado como “el padre Gerardo” se presentó como el encargado de la iglesia y sostuvo que había llegado recientemente de Italia. “Él me dijo que estaba atareado porque su mamá, que es juez en Manizales, llegaba al siguiente día y necesitaba un conductor”, recordó la mujer.
A lo largo del recorrido, el supuesto sacerdote le ofreció un empleo formal con una remuneración de cuatro millones y medio de pesos y dotación completa, involucrando también al esposo de la conductora. “Me pidió que llamara a mi esposo para ofrecerle trabajo, y luego le solicitó que enviara su hoja de vida a un correo electrónico”, cuenta la víctima de este falso cura.
Víctima de falso sacerdote que roba conductores de aplicación sospecha que el hombre tiene cómplices
El hombre incrementó la credibilidad del engaño utilizando nombres y escenas religiosas en todo momento. “Mencionaba conceptos bíblicos y decía que dictaba clases en la Universidad de La Salle, además de simular llamadas con supuestos obispos y familiares”, relató la conductora.
Incluso, durante el trayecto, participaron otros personajes: una mujer le agradeció la supuesta visita pastoral, y conversó animadamente con un guarda de seguridad.
En la ruta, el hombre argumentó tener diabetes y sugirió hacer una pausa en un centro comercial para buscar ropa adecuada, ya que, según él, la madre que pronto llegaría a Bogotá esperaba un trato especial.
Tras pedirle varias veces el celular para hacer llamadas y supuestamente coordinar detalles, Gaona aceptó: “Él aprovechó un descuido mientras yo me medía ropa para intentar realizar transferencias bancarias desde mi cuenta; por fortuna fueron bloqueadas”.
El esposo de la víctima fue citado en el Centro Comercial Plaza Imperial (localidad de Suba), mientras ella continuaba bajo la presión del estafador. Allí, el hombre se esfumó con el celular de la conductora, que era un Samsung S24 valorado en cerca de tres millones de pesos. “Cuando busqué mi celular en el almacén no lo encontré, y el personal del lugar me informó que él se había ido”, señaló la afectada.
Falso sacerdote estuvo a punto de robarse el vehículo de la víctima en Bogotá
Por si fuera poco, el vehículo familiar estuvo a punto de ser robado. El esposo de Gaona alcanzó a recuperarlo tras recibir la alerta, ya que el carro había quedado estacionado en otro centro comercial. “El carro tenía los vidrios abajo, pero no se llevaron nada. Sólo faltaban unos cincuenta mil pesos”, explicó Gaona.
Las pérdidas económicas directas sumaron más de tres millones de pesos entre el celular, efectivo y los traslados de ambos afectados al cruzar la ciudad. La conductora aseguró que, además del valor material, perdió dos días de trabajo y no recibió ni un peso por los servicios ofrecidos. “Desde la una de la tarde no me pagó ningún servicio”, subrayó.
En el relato de Gaona se evidencia, en palabras de la afectada, que el hombre pudo contar con la complicidad de otras personas. “El guarda de seguridad estaba muy nervioso, la señora que salió y hasta el padre que saludó parecen estar implicados. Es probable que este estafador haya actuado igual con otras personas”, dijo Angélica.
Para cerrar, la conductora hizo un llamado a extremar la precaución en el sector. De igual forma, alertó sobre la importancia de no confiar en quienes aparentan ser figuras religiosas ni aceptar servicios fuera de la aplicación. “No se pueden confiar de nadie. Ni de quienes dicen ser padres, pastores o curas. Siempre hay riesgo. Las plataformas deben ser más rigurosas validando la identidad de quienes se registran”, añadió la conductora.
El caso de Angélica Gaona guarda similitud con otra denuncia de julio de 2025, donde un asaltante empleó un modus operandi semejante para robar a otra conductora a través de una plataforma digital en Bogotá.
El robo en julio que guarda un ‘modus operandi’ similar al caso de Angélica: también ocurrió en Bogotá
Un conductor de aplicación en Bogotá denunció haber sido víctima de robo por parte de un hombre que se hizo pasar por sacerdote. El afectado, quien utiliza plataformas como Didi, Uber y Yango para trabajar, relató a Infobae Colombia que el suceso ocurrió el miércoles 16 de julio de 2025 en la parroquia Santa Clara, ubicada en la localidad de Chapinero.
“Recogí a un hombre bien presentado, con sotana y alzacuello, que actuaba y se expresaba como un cura”, aseguró el conductor, quien prefirió preservar su identidad.
“El tipo tenía toda la pinta de sacerdote, conocía frases y pasajes bíblicos. Hablaba sobre las parroquias de la zona, sobre teología y sobre trabajos en el extranjero”, agregó.
Durante el trayecto hacia la iglesia La Porciúncula, el falso sacerdote propuso al conductor una oferta laboral que consistía en transportar personal de la parroquia, asegurando que el pago sería superior a 4 millones de pesos colombianos al mes (valor similar al que contó Angélica).
“Me ofreció el trabajo, empezó a preguntarme si era una persona juiciosa, a contarme que pagaban muy bien, me endulzó el oído”, narró el conductor y añadió que su actividad es el principal sustento familiar.
El pasajero sugirió detenerse en una tienda de ropa formal para buscar un uniforme. Mientras el conductor se encontraba probando un traje en el vestidor, el supuesto religioso aprovechó para tomar su billetera, celular —un Motorola G60—, 200.000 pesos en efectivo, otros 100.000 pesos en una cuenta Nequi y sus documentos personales, incluyendo cédula, licencia de conducción y tarjeta de propiedad de la moto.
“Durante el recorrido, él observaba muy bien cómo desbloqueaba mi celular, estaba pendiente de cada movimiento. Al parecer, en algún momento logró ver el patrón de seguridad”, relató la víctima.
El conductor regresó a la parroquia Santa Clara para buscar ayuda en la identificación del responsable. Allí, dos colaboradoras lo asesoraron para solicitar la revisión de las grabaciones de seguridad.
El video mostró que el mismo hombre intentó robar un teléfono móvil a otra empleada en las instalaciones. El falso sacerdote, cuyo rango de edad estiman entre 40 y 48 años, dijo ser oriundo de Manizales y mostró conocimiento detallado de la liturgia y las parroquias capitalinas, lo que reforzó la confianza inicial.
“Incluso me dijo que había estudiado en Francia y tenía contactos en la diplomacia, conocía la jerga y el ambiente religioso”, relató el conductor.
El hurto fue cometido en una zona comercial. “Todo fue muy rápido. Cuando salí, ya no estaba. Al parecer le pidió a la tienda una bolsa adicional diciendo que era para mi ropa, y no se supo si también hurtó algo ahí”, describió el afectado.
Luego del hecho, debió bloquear sus cuentas y rehacer los documentos, lo que dificultó su retorno al trabajo: “Sin documentos, se me ha dificultado salir a trabajar estos días. El proceso de recuperar todo es costoso y lleva tiempo”, mencionó la primera víctima en Bogotá.
La denuncia fue formalizada ante las autoridades. El conductor expresó: “Uno sale a ganarse la vida y termina sin nada. Necesitamos que las aplicaciones y la Policía estén más atentas para evitar que esto le pase a otros”.
El tercer caso que podría estar relacionado ocurrió en Rionegro, Antioquia
Al revisar antecedentes, el conductor encontró un caso similar ocurrido en Rionegro, Antioquia, donde otro hombre disfrazado de sacerdote utilizó estrategias de confianza y dejó a su víctima sin teléfono y dinero en efectivo.
En ambas situaciones, los supuestos clérigos emplearon su apariencia y conocimiento religioso para ganarse la confianza de los conductores y cometer el hurto.
Por tal motivo, los últimos dos conductores tienen serias sospechas de que este mismo sujeto que los robó sea el responsable de este primer hurto en Antioquia.
