Una primera búsqueda llevó al dueño de este departamento a visitar casas en venta en Colegiales, pero ninguna lo convencía. Desde Fallone Studio llegó la sugerencia de mirar departamentos en Las Cañitas, donde él vivía, para reformar y adaptar a sus deseos. Así apareció este de 140m2, originalmente un 5 ambientes, cuya remodelación lideraron el arquitecto Esteban Fallone y la diseñadora de interiores Jimena Marrano.
Desde un punto de vista inmobiliario, puede sonar loco reducir un 5 ambientes a 3, pero decidimos eliminar por completo los muros divisorios para dar crear un espacio fluido y expansivo.
Arq. Esteban Fallone y DI Jimena Marrano, de Fallone Studio
“Es un departamento híperpersonalizado. Muchos elementos empezaron como ideas del dueño, que trabajamos para articular y hacer realidad, siempre cuidando que hubiera una continuidad en toda la casa”.
Esta etapa
“A veces se piensan las casas como si fueran para toda la vida, algo que no siempre pasa. Las familias y las costumbres cambian. Este departamento es para un momento determinado, cómodo y funcional, y con todo lo que le gusta al dueño. Quería tener una casa linda, un espacio que lo estimulara”, comparten con nosotros Fallone y Marrano.
La madera, antes presente en el piso, pasó a las paredes. “La materialidad juega un papel clave en la atmósfera del proyecto, sumada a los contrastes, el mobiliario a medida y la curaduría de objetos y equipamiento”.
“Teniendo balcón, era raro que las aberturas no fueran todas puertas-ventanas. Pero, por otro lado, eso determinó más estrictamente la distribución de los muebles”.
Singular
La colección personal del propietario —objetos, piezas de diseño, cuadros, libros, bicicletas– está presente en todos los ambientes. “Sabíamos que eso le iba a dar el color y personalidad a todo, por ello trabajamos sobre una base de tonos neutros”, revelan Fallone y Marrano.
Este sector de TV y estudio (que es por el que se ingresa al departamento) toma lo que eran dos dormitorios. Junto a la puerta principal, un pequeño mudroom con un mueble bajo con asiento y espacio para dejar el calzado.
Optimización
Para mejorar el confort térmico y acústico, se ensancharon los muros perimetrales con aislamiento y se reemplazaron las antiguas carpinterías por aberturas de aluminio con ruptura de puente térmico, garantizando eficiencia energética.
Durante la obra, desmontaron los cielorrasos para ganar altura. Sacaron los conductos de la calefacción central, que reemplazaron por equipos de AC frío/calor.
Alineado
El toilett también es una sala de exhibición: láminas y obras enmarcadas en las paredes; libros, revistas y vinilos sobre la mesada.
Únicos
Durante el proyecto, Fallone y Marrano explicaron que una mesada de acero inoxidable podía llegar a rayarse: “Pero que hubiera marcas de uso, a él le sonaba como algo normal y positivo”. Al definir ese material, propusieron hacer también a medida la bacha, de gran tamaño y profundidad, superando las dimensiones comerciales.
Revistieron la pared con azulejos de 10×10, un guiño al pasado del departamento, llegando hasta una altura en la que emparejaron el módulo que contiene la heladera y los hornos.
Al fondo de la cocina-lavadero hay un pequeño pulmón de edificio. “Como la vista no valía la pena, cerramos con una puerta vidriada y satinada”, explican. «Deja pasar la luz, pero no la mirada».
Una máster suite
“El nuevo programa del departamento se articuló en torno a un único dormitorio en suite, donde el baño adquiere dimensiones inesperadas, triplicando su tamaño original”, explican.
El dormitorio actual ocupa el antiguo cuarto principal y la dependencia de servicio.
Además de generar un vestidor, diseñaron un mueble que enmarca la cama y agrega todavía más espacio de guardado. Los elementos que se repiten: los frentes laqueados, el remate espejado y el revestimiento de petiribí.