La próxima generación de tabletas Fire de Amazon podría marcar un giro importante en la estrategia de la compañía. Según fuentes citadas por Reuters, el gigante del comercio electrónico prepara el lanzamiento de una tableta de gama alta que, por primera vez, funcionaría con el sistema operativo Android en su versión abierta.
Este cambio, previsto para el 2026, surge después de años en los que Amazon ha utilizado una versión modificada de Android, desarrollando su propio sistema y ecosistema de aplicaciones.
Cambio histórico en la filosofía de Amazon
Desde su debut en 2011, las tabletas Fire han operado bajo Fire OS, un software propio de Amazon que obliga a los desarrolladores a adaptar aplicaciones especialmente para la tienda de la marca. Según expertos del sector, esta apuesta por un sistema cerrado ha limitado el acceso de los usuarios a diversas apps y versiones actualizadas, complicando el trabajo de los desarrolladores y reduciendo la variedad en la tienda.
Jitesh Ubrani, investigador en la firma IDC, señaló: “Los consumidores siempre han mostrado preocupación por no tener acceso a las últimas versiones de Android ni a muchas apps debido al uso de la propia tienda de Amazon. Para los desarrolladores, esto supone un esfuerzo adicional en una época de aplicaciones y servicios mayormente gratuitos”.
A pesar de estas limitaciones, Amazon ha vendido millones de tabletas apostando por precios asequibles y buscando rentabilidad a través de la venta de contenido digital como libros, música y películas. Actualmente, la compañía ocupa el cuarto lugar global en ventas de tabletas, con un 8% de cuota de mercado, situándose justo detrás de Lenovo (8,2%) y por debajo de Apple y Samsung, que lideran con el 33,1% y el 18,7%, respectivamente, según datos para el segundo trimestre de IDC.
Tabletas más caras y más compatibles
El proyecto de incorporar Android estándar a sus dispositivos, conocido dentro de la compañía como “Kittyhawk”, supondría un cambio de filosofía para el fabricante, quien durante años ha preferido soluciones propias o, en su defecto, adquisiciones estratégicas. Sin embargo, el cambio busca atraer a usuarios interesados en una mayor compatibilidad y acceso a servicios amplios en la plataforma Android. De prosperar Kittyhawk, las futuras tabletas Fire serían más atractivas para quienes valoran la integración con el ecosistema Android y la disponibilidad de aplicaciones sin tantas restricciones.
El modelo que se prepara bajo esta iniciativa estará dirigido a un segmento más alto del mercado y, según las mismas fuentes, podría tener un precio cercano a los USD 400, casi el doble del Fire Max 11, uno de los modelos más avanzados en la línea actual de Amazon. A modo de comparación, las tabletas iPad de Apple oscilan entre los USD 350 y los USD 1.200, dependiendo de la configuración y capacidades. Por el momento, no han trascendido detalles técnicos concretos sobre pantalla, memoria o calidad de sonido.
Esta apertura hacia plataformas rivales se refleja también en otros movimientos recientes de la empresa, como el uso del software de inteligencia artificial Claude, desarrollado por la startup Anthropic, para potenciar tanto Alexa+ como herramientas internas. De manera paralela, Amazon planea mantener su línea de tabletas más económicas, algunas de las cuales utilizarán Vega, un sistema operativo basado en Linux ya presente en ciertos dispositivos Fire TV.
El nombre interno del proyecto, Kittyhawk, haría referencia al histórico pueblo de Carolina del Norte donde los hermanos Wright realizaron el primer vuelo motorizado en 1903, aunque también coincide con el de una fallida startup de autos voladores financiada por Larry Page. Desde Amazon, la compañía ha preferido no comentar detalles sobre el futuro de este cambio ni sobre el significado de la denominación del proyecto, asegurando que no responde a rumores ni especulaciones. No obstante, el paso hacia Android abierto representa una posible transformación profunda para la próxima tablet Fire y su oferta de servicios digitales.