El lunes último, Fernando de Andreis, mano derecha de Mauricio Macri y candidato a diputado nacional, publicó un extenso mensaje en su cuenta de X para justificar su decisión de sumarse a La Libertad Avanza (LLA) para competir en las legislativas de octubre en la Capital, emblemático bastión de Pro. El pronunciamiento del principal colaborador del expresidente cayó como una bomba entre la militancia del núcleo duro del macrismo y, sobre todo, entre los dirigentes que reclamaban preservar la identidad y rechazar la fusión con LLA. De hecho, Karina Spalla, titular del Instituto de Formación de gestión pública y política de la Ciudad, salió al cruce de Andreis, quien se cansó de escuchar “ideas antiguas” que desviaron a Pro de su ADN liberal.
“Te creo que te cansaste de escuchar siempre a los mismos, porque se hablan entre muy pocos y tan bajito que a ustedes, creadores del murmullo socialista, ya son pocos los que los escuchan “, le espetó Spalla, funcionaria de Jorge Macri y esposa de Néstor Grindetti, quien fue corrido de la gestión porteña en medio de la guerra fría entre los primos.
Los “heridos” del macrismo brotan en las redes sociales, en el territorio de los principales distritos electorales o en las cámaras del Congreso. Son dirigentes de Pro que quedaron excluidos del cierre de listas, fueron vetados por los Milei o simplemente impugnan el acuerdo de convergencia con LLA y ahora buscan revancha en las urnas.
Desmarques
Los “díscolos” del partido fundado por Macri ya se convirtieron en un dolor de cabeza para la Casa Rosada en el parlamento, donde Milei viene de sufrir una seguidilla de derrotas con signos alarmantes para la gobernabilidad. Por ejemplo, los rebeldes volvieron a desmarcarse este miércoles durante una sesión incómoda para el Ejecutivo. Silvia Lospennato, Ana Clara Romero, Gabriela Besana y María Eugenia Vidal se ausentaron a la hora de dar quórum para que arranque la discusión sobre el veto presidencial al aumento de las jubilaciones. Así, facilitaron la misión de la oposición de conseguir los dos tercios para arrancar el debate.
A su vez, Vidal y Besana se abstuvieron en la votación sobre el rechazo de Milei a la emergencia en discapacidad.
En tanto, Lospennato, quien quedó apuntada por Milei tras la contienda porteña de mayo, pegó el faltazo en el momento de votar los dos vetos. En cambio, Germana Figueroa Casas, un alfil del macrismo de Santa Fe que se mueve en sintonía con la alianza local que mantiene Pro con el radical Maximiliano Pullaro, se ausentó en discapacidad y acompañó al Gobierno en jubilaciones. No es casual que Gisela Scaglia, vice de Pullaro y referente de Pro en el distrito, haya salido a cuestionar al Gobierno por los recortes en el área de discapacidad y celebrado la insistencia que logró la oposición al revertir el veto de Milei.
Figueroa Casas no es la única representante de Santa Fe que les dio un cachetazo a sus exaliados. En esa provincia hay varios heridos. Algunos, incluso, solían reportar a Patricia Bullrich. Por ejemplo, Gabriel Chumpitaz y Verónica Razzini se manifestaron a favor de sostener la ley que incluye un incremento de emergencia para los discapacitados y que, según Milei, afecta el corazón de su programa económico: el equilibrio fiscal. En rigor, Chumpitaz ya se había ido de la bancada de Pro cuando comprendió que sus esfuerzos para sumarse a las “fuerzas del cielo” no encontrarían eco en la Casa Rosada.
Cabe recordar que fue uno de los legisladores del bullrichismo que cooperó con el Gobierno para que se cayera el tratamiento del proyecto de ficha limpia que había diseñado Lospennato. Ahora, Chumpitaz jugará en los comicios nacionales con el sello de Compromiso Federal, de los Rodríguez Saá, y enfrentará a Milei en las urnas. Intentará quitarle votos por derecha al Gobierno en una de las tres provincias más pobladas. Esa maniobra podría beneficiar a Pullaro, líder del frente Unidos, quien apuesta por la macrista Scaglia como primera candidata a diputada. El oficialismo local, en rigor, estrenará la marca de Provincias Unidas. En ese espacio convergen Martín Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Vidal (Santa Cruz) y uno de los rostros de la resistencia de Pro: Ignacio Torres (Chubut).
Torres se medirá con LLA en su pago chico. Ayer Ana Clara Romero votó en contra del veto de Milei a la emergencia en discapacidades y de la suba para los jubilados.
El gobernador de Chubut contará con la ayuda de Vidal, quien ya anunció que hará campaña por los candidatos de Pro en el interior del país que compitan contra Milei. Está claro que estará ausente de la discusión porteña y bonaerense. En la Casa Rosada repiten que no la querían como candidata, pero ella aclara que nunca hubiera aceptado postularse de la mano de los Milei. Desde el 10 de diciembre, Vidal regresará al sector privado. Lo propio hará Luciano Laspina (Santa Fe), quien comulga más con el espacio de centroderecha que confecciona Juan Schiaretti que con el modelo libertario de Milei.
¿Expulsión?
Ayer hubo más díscolos o heridos del macrismo que se alinearon con la oposición más dura y se negaron a ayudar al Gobierno de LLA. Son los casos, por ejemplo, Sofía Brambilla, Karina Bachey, Héctor Baldassi y el larretista Álvaro González, quien suele actuar en la misma frecuencia con la senadora Guadalupe Tagliaferri.
Tanto Brambilla como Baldassi y Romero, cercana a Torres, votaron en contra de los vetos de Milei. Bachey solo avaló la insistencia en la emergencia en discapacidad.
Anoche, Cristian Ritondo recibió pedidos para que los eche de la bancada. No hubo definiciones, pero el malestar interno con los rebeldes crece con el correr de las sesiones. “Usan Pro como escudo y después votan lo que les piden el gobernador. No respetan la decisión del bloque. Son ruidos socialistas”, resumen en la cúpula del partido de Macri. ¿Los invitarán a retirarse?
Baldassi se maneja con autonomía desde hace tiempo. Es más: medirá fuerzas con los libertarios de Milei en Córdoba, el segundo distrito más poblado del país. Irá por fuera del macrismo y será la figura taquillera de la coalición Ciudadanos. Orbita cerca de la línea interna del larretismo y apeló a otros rebeldes de Pro, como Yanina Vargas.
En Córdoba, además, Oscar Agost Carreño, quien sigue como titular del partido gracias a que resistió en los tribunales la intervención dispuesta por Macri desde Buenos Aires, presentó una lista propia e irá con el sello de Pro. Agost Carreño, que integra el bloque de Miguel Pichetto y promotor de la investigación sobre el escándalo por la promoción de $LIBRA,y se postula como primer candidato a diputado nacional. Tendrá una parada difícil, pero reclutó heridos del macrismo. Lo escoltan desde intendentes y concejales hasta dirigentes territoriales o referentes de las juventudes, como Camila Sol Pérez, Francisco Iser, Agustina D’Amario y Giussepe Bosco, entre otros.
Si bien la rama interna que responde a Macri no integró ninguna alianza en Córdoba, la bullrichista Laura Rodríguez Machado encontró generosidad entre los armadores de Karina Milei y pudo asegurarse un casillero. Es decir, la oferta de Pro estará fragmentada en tres boletas. Córdoba supo ser uno de los sitios donde Macri cosechaba sus mejores performances electorales, incluso en épocas complicadas, como en 2019.
En Mendoza también se dio una situación singular. El radical Alfredo Cornejo logró sellar un pacto con Karina Milei para converger, pero los libertarios excluyeron a los macristas. Así, la línea oficial, que responde a Omar de Marchi, se sumó al Frente Provincias Unidas en Defensa de Mendoza.
Lo curioso es que el diputado nacional Álvaro Martínez –exdirigente de Pro- se sumó a la lista de LLA y Cambia Mendoza. Es decir, intentará renovar su banca por fuera del macrismo. Otro ejemplo de la implosión del partido de Macri que provocó el ascenso de Milei en el poder.
Las ambulancias
En Buenos Aires, la gran fortaleza del PJ, hay vetados, identitarios o díscolos de Pro que cambiaron de escudería para enfrentar a Milei. También hay dirigentes del macrismo que quedaron desactivados porque no pasaron el filtro de LLA, como Martiniano Molina (Quilmes) o Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó). Es lo mismo que le pasó a la abogada Jimena de la Torre en la ciudad. Alfiles de Pro que tenían intenciones de llegar al Congreso y aunar fuerzas con los libertarios, pero que se toparon con el veto de los Milei.
Quienes actuó como ambulancia de los “heridos” de Pro fue María Eugenia Talerico, líder del espacio Potencia, que apela a plantarse en los comicios del 7 de septiembre como en la elección nacional como una alternativa al kirchnerismo y a Milei.
Talerico, exvice de la UIF, quien estuvo a punto de ingresar a Migraciones en el amanecer de la gestión de Milei, tiene en sus listas a varios macristas que impugnan el acuerdo de los Macri con LLA. Por ejemplo, Santiago Mac Goey, titular de Pro en Cañauelas. Concejal y productor agropecuario, Mac Goey estará al frente de la boleta de Potencia en la tercera sección electoral, donde el kirchnerismo es casi imbatible.
En la oferta nacional Talerico le dio un casillero al abogado Ricardo Stoddart, exdirector de Asuntos Jurídicos de Vialidad Nacional. Es un hombre cercano a Javier Iguacel, quien prefirió correrse y dedicarse a su actividad en el sector privado. Igualmente, la estructura que había armado Iguacel para competir por la gobernación en 2023 quedó en manos de Talerico. Son los que se rehúsan a calzarse el buzo violeta y reniegan del liderazgo de Cristian Ritondo o desconfían de los acuerdos que cerraron Diego Santilli o Guillermo Montenegro con LLA.
Potencia también incorporó al intendente de Puán, Diego Reyes, uno de los excluidos por los articuladores de LLA que responden a Sebastián Pareja. Talerico también logró tener en sus listas a Jorge Metz, exsubsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante durante el gobierno de Macri. Metz competirá en La Plata, la octava sección. En la capital provincial se produjo un caso particular: el macrismo se quebró tras el cierre de listas y Julio Garro, exintendente que salió eyectado de la gestión de Milei, le prestó el sello de su partido -Propuesta Federal- al abogado mediático Fernando Burlando para que se postule como candidato a diputado. Así, Burlando le disputará a Milei votos en la pecera de la derecha.
Entre tanto, Miguel Donadío, extitular de Consorcio de Gestión del Puerto durante el mandato de Cambiemos, estará al frente de la boleta de Potencia en la sexta sección. Lo propio hará Carlos Gabbarini, referente de Pro, en Coronel Rosales. Talerico está convencida de que el votante del núcleo duro del macrismo o el radicalismo no comparten la decisión dirigencial de fusionarse con Milei. Por eso, irá a la pesca de los desencantados con Pro y el “voto republicano”. La misma estrategia emplea Ricardo López Murphy en el territorio porteño. Por eso, el “bulldog” hasta desempolvó el color amarillo de Recrear. Los macristas quisieron impugnar la maniobra, pero no pudieron.
Hechos, la fuerza que construyeron los hermanos Passaglia, referentes de San Nicolás, para pelear contra Axel Kicillof y Milei, también se nutre de heridos del macrismo. Por ejemplo, ya incorporaron a Javier Martínez, intendente de Pergamino y dirigente cercano a Daniel Angelici.
Además, lograron reclutar a Juan Manazzoni (Tandil), exladero de Bullrich; Daniel Arimany (Salto); Cecilia Giammaria, postulante a concejala en Ramallo; Mauro Rasio (San Pedro); o Viviana Nazabal (Zárate).
Antes de que cerraran las alianzas, Somos Buenos Aires, la coalición multipartidaria de centro, logró incorporar a dos intendentes aliados a Jorge Macri: Pablo Petrecca (Junín) y María José Gentile (9 de Julio).
Pese a su malestar con la mesa chica del macrismo, Grindetti y Adrián Urreli, su leal consejero, lograron finiquitar un trato con LLA para aunar fuerzas contra Julián Álvarez, jefe municipal de Lanús y referente de La Cámpora. Como ocurrió en otros distritos, los libertarios fijaron las condiciones para acordar. La mayoría de los macristas terminaron aceptando a regañadientes o dejaron en manos de Ritondo las gestiones para evitar una ruptura. En muchos municipios confluyen en las listas, pero los macristas ya decidieron que no compartirán los bloques de concejales con LLA. “Hay mucho enojo. Se está deshilachando todo lo que construimos con Mauricio. La foto con el buzo violeta de Ritondo fue un golpe fuerte”, despotrica un exjefe del macrismo en Buenos Aires.