El bicarbonato de sodio es un compuesto químico que se conoce principalmente por su uso en la cocina. Se suele incluir en la preparación de productos horneados como en panes, tartas y bizcochos.
Sin embargo, pocas personas conocen su utilidad para cuidar las plantas de interior. Esto es una gran noticia para los aficionados a estas debido a su accesibilidad y a su precio. Sin duda es una opción ideal para todas aquellas personas que tengan plantas en su casa.
Beneficios del bicarbonato de sodio
Uno de los beneficios de este polvo blanco es que regula la humedad en la tierra, lo que evita la proliferación de hongos y moho, problemas frecuentes en ambientes con riego excesivo o poca ventilación. De hecho, una aplicación periódica en el sustrato puede disminuir la incidencia de enfermedades fúngicas.
El bicarbonato también tiene un efecto positivo en el control de las plagas. Diversos estudios coinciden en que una ligera capa sobre las hojas crea una barrera natural contra insectos y bacterias, sin afectar a la planta ni al entorno. De esta manera, se puede evitar el uso de productos tóxicos como los pesticidas o diferentes soluciones químicas. Es una alternativa segura para mantener las plantas libres de amenazas.
Técnica de uso
Para aprovechar estos beneficios, existen diferentes técnicas de aplicación. La más habitual consiste en mezclar una cucharadita de bicarbonato de sodio con un litro de agua y unas gotas de jabón neutro. Se aconseja rociar esta mezcla sobre las hojas una vez por semana, siempre en condiciones de luz tenue.
Otro de los métodos consiste en espolvorear una pequeña cantidad de bicarbonato en la superficie del sustrato después del riego. Esta rutina resulta efectiva en la prevención de moho en las bases y raíces, sectores especialmente vulnerables.
La limpieza de macetas es otro punto donde el bicarbonato de sodio demuestra su utilidad. El lavado regular de estos recipientes con una solución de este producto y agua minimiza la presencia de bacterias y residuos tóxicos, una medida relevante al trasplantar o reutilizar envases.
Dentro de las variedades más beneficiadas por el uso de este compuesto, destacan el potus, la sansevieria, el ficus y los helechos. Estas especies, populares en decoración y reconocidas por su resistencia, tienden a sufrir por hongos e insectos cuando se encuentran en ambientes húmedos. El tratamiento periódico con bicarbonato ofrece mayor protección y favorece al crecimiento de las plantas.
Los expertos recomiendan cautela en la aplicación del bicarbonato, ya que un exceso podría modificar el pH del suelo y causar daños en las raíces. Antes de una aplicación masiva, es recomendable probar la solución en una pequeña zona y observar reacciones durante 24 o 48 horas. Si no se detectan afectaciones, se puede continuar con el tratamiento para el resto de las plantas.
Este se posiciona como uno de los compuestos más fáciles de usar más accesibles. Además de los beneficios, cabe destacar que pueden sustituir a pesticidas y productos tóxicos para el resto de personas de la casa.