La Justicia de Chile ha condenado este jueves con diez años de prisión a dos miembros del Ejército retirados por el secuestro y posterior desaparición de un dirigente social en octubre de 1973, menos de un mes después del golpe de Estado que depuso al presidente democrático Salvador Allende y dio lugar a la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet hasta 1990.
La jueza especial para casos de violaciones de Derechos Humanos Marianel Cifuentes ha penado con una década de cárcel y la inhabilitación perpetua para cargos públicos y políticos a «Francisco Ricardo Alfonso Varela Gantes, subteniente del Ejército en la época de los hechos, y Moisés Retamal Bustos, otrora miembro de la Sección de Inteligencia del Regimiento de Ingenieros Ferrocarrileros de Puente Alto».
Asimismo, según recoge el comunicado emitido por el Poder Judicial, ha ordenado a la Administraciones Pública el pago de 130 millones de pesos chilenos (casi 115.300 euros) como indemnización por daño moral a los familiares de la víctima, Jorge Enrique Carrión Castro, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) desaparecido a los 22 años de edad, casado y padre de dos hijos, en Puente Alto, localidad a las afueras de Santiago de Chile, capital del país.
La magistrada ha considerado que militares a cargo de los condenados «detuvieron, sin derecho» a Carrión y, posteriormente «lo condujeron» al campamento militar «Luis Emilio Recabarren», en Puente Alto, donde fue interrogado y «sometido a malos tratos físicos». Después de ello, en un intento de darse a la fuga, fue «capturado, castigado y encerrado en un vagón de ferrocarril», si bien posteriormente fue sacado del mismo y, desde entonces, se desconoce su paradero.