Poder femenino, violencia, drama, oscuridad y cruda realidad son los elementos que se destacan en la serie argentina de la que todos hablan. En el barro, el spin-off de El Marginal, se estrenó el 14 de agosto en Netflix y se volvió un rotundo éxito. Con 5.6 millones de visualizaciones, alcanzó el primer puesto en el Top 10 global de las series de habla no inglesa de la plataforma. Creada por Sebastián Ortega, la producción sigue la historia de las presas del penal La Quebrada. Una de ellas es Yael Rubial, una madre soltera que quedó tras las rejas por tráfico de drogas y anhela reencontrarse con su hija. El personaje es interpretado por la actriz colombiana Carolina Ramírez (42), quien, además de haber protagonizado la exitosa novela La reina del flow, tiene un íntimo vínculo con la Argentina.
Yael Rubial, la reclusa de La Quebrada que anhela reencontrarse con su hija
En el barro es, indiscutidamente, la serie del momento. A tres años del final de El Marginal, Sebastián Ortega volvió a Netflix, pero con un elenco femenino encabezado por Ana Garibaldi, Valentina Zenere, Lorena Vega, Carolina Ramírez y Ana Rujas. Al resto del reparto lo integran Rita Cortese, Marcelo Subiotto, Camila Peralta, Erika de Sautu Riestra, Martin Rodríguez, Silvina Sabater, Carla Pandolfi, Payuca, Alejandra “Locomotora” Oliveras y Tatu Glikman y se destacan las participaciones de algunas caras nuevas y otras ya conocidas dentro de la historia: Maite Lanata, Michel Noher, Andrea Bonelli, Juan Gil Navarro, Justina Bustos, Juana Molina, Cecilia Rossetto, Gerardo Romano. María Becerra y Juan Minujín.
Carolina Ramírez interpreta a uno de los personajes centrales de la historia: Yael Rubial, una mujer colombiana que en pos de salir de Colombia y emigrar a la Argentina para darle una vida mejor a su hija, aceptó hacer de mula para una banda de narcotraficantes. Sin embargo, cuando llegó al aeropuerto, la policía la descubrió y la puso tras las rejas de La Quebrada, mientras que su hija quedó en manos de la justicia y fue entregada transitoriamente a una familia. “Para mí que de verdad es un honor ser parte de ese elencazo de mujeres, de poder contar esta historia tan maravillosa, tan cruda puede ser, pero tan llena de verdad”, reflexionó la intérprete.
La serie consta de ocho episodios de entre 45 y 60 minutos de duración que se pueden ver en Netflix. La segunda temporada está confirmada y ya fue filmada.
Sus inicios y el éxito de La reina del flow
La actriz colombiana lleva más de dos décadas en la industria. Pero la actuación no fue su primer amor, sino más bien el segundo. ¿Qué la conquistó primero? La danza clásica. “Mi pasión siempre fue el ballet. Mi algoritmo está lleno de videos de ballet. Pero tuve que aceptar que no tenía el cuerpo que exige esa carrera. La actuación apareció por necesidad: a los 17 necesitaba trabajar, hice un casting, luego otro… y nunca me cerró las puertas. Ha sido una carrera generosa conmigo. Creo que la base está en mi formación artística y en que me gustan los personajes. Si hubiera podido cantar, sería cantante de ópera; si pudiera bailar como quiero, estaría en la Ópera de París. Pero la actuación me permitió ser yo misma, con todo lo que tengo y me falta», sostuvo en diálogo con la revista ¡Hola!, en junio.
Trabajó en las series La séptima puerta y Contra el tiempo y en la película Niña errante. Aunque sin duda, su mayor éxito fue La reina del flow. En 2017 se puso por primera vez en la piel de Yeimy Montoya, una compositora que fue encarcelada injustamente en Nueva York y 17 años después regresa a su Medellín natal para vengarse de las personas que la traicionaron y asesinaron a su familia. La producción colombiana consta de 171 episodios distribuidos en dos temporadas y está disponible en Netflix.
El íntimo vínculo con la Argentina
La actriz es fanática de la Argentina, al que considera “el lugar”. Su popularidad no solo fue en ascenso, sino que empezó a abrirse camino arriba de las tablas. En 2023 protagonizó Lo que queda de nosotros junto a Roberto Ajaka y en 2024 estrenó Cuando duerme conmigo con Marcelo Mazzarello, trabajo que le valió el premio Estrella de Mar. Su vínculo con el país nació durante unas vacaciones en las que acompañó a su hermano que iba a comenzar sus estudios en el país. “Pisé Buenos Aires y fue como “¡Guau, qué ciudad!“, admitió en una entrevista con LA NACION en junio de 2024.
Fue ahí cuando comenzó su historia de amor con su exmarido, el productor Mariano Bacaleinik, de quien se separó en silencio después de 15 años juntos. “Tuvimos una relación hermosa y queríamos que, incluso la separación, fuera digna. […] De hecho, uno a veces decide separarse por amor antes de que se convierta en otra cosa; por amor es mejor dar un paso al costado. Una de las cosas que teníamos en claro era que en el momento en que decidiéramos no seguir más, no nos íbamos a arrepentir de lo que habíamos vivido. […] Entonces supimos manejarlo íntimamente hasta que se volvió público. Incluso con nuestras propias familias, porque también es separarse de una familia, de una vida, de un montón de cosas, es como volver a nacer”, reflexionó.
En la Argentina también sanó su corazón. “¡Es que los argentinos son lindos!“, reconoció. A través de Instagram conoció al productor musical Martín Cornide. “En realidad, lo conocí por su labor que también rescata animales y entonces ahí hicimos como foco, pero bueno, en esa época estaba muy enredada, entonces lo dejé por ahí. Por razones de la vida, un día nos encontramos, pero fue algo que se concretó mucho tiempo después, ya cuando yo tenía aire en los pulmones. Digamos que se fue dando en los tiempos que se tenía que dar”, reveló en diálogo con este medio.