Las autoridades chinas han instado a Estados Unidos a poner fin a las acciones «infundadas» –interrogatorios, acoso y repatriaciones injustificadas– de su Gobierno contra los estudiantes chinos que llegan al país norteamericano y han advertido de que tomarán las medidas pertinentes para defender los intereses de sus connacionales.
Así lo ha informado este viernes la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, quien ha pedido al Ejecutivo estadounidense «que afronte el problema con justicia, tome en serio las preocupaciones de China, actúe de acuerdo con la declaración del presidente (Donald Trump) de dar la bienvenida a los estudiantes chinos y ponga fin a los interrogatorios, el acoso y la repatriación infundados contra ellos».
Mao ha señalado que esta actitud discriminatoria pasa incluso por la revocación de visados a algunos estudiantes a los que se les prohíbe la entrada al país argumentando que «podrían poner en peligro la seguridad nacional», según declaraciones de la portavoz recogidas por la agencia de noticias Xinhua.
«Estados Unidos ha llevado a cabo con frecuencia acciones policiales discriminatorias, motivadas políticamente y selectivas contra los estudiantes chinos que llegan (al país)», ha insistido la portavoz antes de denunciar que «las acciones de EEUU violan gravemente los derechos e intereses legales y legítimos de los ciudadanos chinos, impiden el flujo de personas entre los dos países y perjudican los intercambios entre (ambos) pueblos».
Así las cosas, Mao ha indicado que el Gobierno chino ha intervenido en cada uno de los casos denunciados hasta la fecha y ha aseverado que Pekín continuará adoptando las medidas necesarias para «proteger los derechos e intereses legítimos de sus ciudadanos».
Estas declaraciones dan continuidad a un enfrentamiento que se remonta meses atrás en el tiempo y que guarda conexión con la cruzada iniciada por Trump contra algunas de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos.
A finales de mayo, el Departamento de Estado estadounidense hizo pública su intención de «revocar enérgicamente los visados de estudiantes» de nacionalidad china, apenas una semana después de que las autoridades de Pekín condenasen la «politización» de la educación por parte de Washington, que recientemente había prohibido a la Universidad de Harvard admitir a estudiantes extranjeros durante el curso académico 2025-2026, tras las protestas propalestinas registradas en su campus contra la ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza.