La decisión de conservar dólares en efectivo exige dos cuidados básicos: protegerlos del deterioro físico (humedad, vapor, insectos, procesos de degradación del papel y la tinta) y limitar el riesgo de pérdida por robo o incendio. Muchas de las prácticas habituales en el hogar fallan en ambos frentes.
Uno de los errores más comunes al guardar dólares en casa es dejarlos en los cajones de los muebles. Aunque parece un escondite práctico, es lo primero que revisaría cualquier intruso en caso de un robo. Además, estos espacios no ofrecen ninguna protección contra la humedad, el fuego ni las plagas, por lo que los billetes pueden terminar dañados con el paso del tiempo.
Otro lugar poco recomendable son las cajas de zapatos u objetos que suelen desecharse con facilidad. Este tipo de recipientes terminan en la basura, se regalan o se pierden en mudanzas, sin que nadie se detenga a revisar lo que había dentro. Los especialistas señalan que ese descuido representa un riesgo innecesario cuando se trata de ahorros.
Algunas personas optan por camuflar dinero en medias o ropa interior, pero este hábito también pone en peligro la conservación de los billetes. Las telas están expuestas a la transpiración, al lavado y a la humedad ambiental. Con el tiempo, los tejidos pueden dejar marcas o manchas en el papel moneda y debilitarlo.
El baño es, quizá, uno de los peores sitios para guardar efectivo. Es el espacio con mayor humedad de toda la casa debido al vapor constante y a las filtraciones de agua. Estas condiciones debilitan las fibras del papel, provocan manchas y aceleran el desgaste de la tinta.
El clásico escondite debajo del colchón o entre las almohadas tampoco es seguro. Además de que allí suelen estar expuestos a insectos y derrames, se trata de uno de los lugares más obvios y fáciles de encontrar durante un robo. Algunos eligen esconder los dólares en la heladera o el congelador, confiando en que pasen inadvertidos. Sin embargo, la condensación y las bajas temperaturas pueden dañarlos. A esto se suma que en esos espacios se almacenan alimentos, lo que aumenta el riesgo de derrames accidentales.
Tampoco es buena idea guardarlos en sótanos o en pisos de madera con filtraciones. La humedad acumulada, los hongos y las plagas terminan por deteriorar el papel moneda. De manera similar, enterrarlos en macetas o en el jardín los expone a la humedad del suelo, a animales y a la posibilidad de que se pierdan por trabajos de jardinería. Finalmente, los envoltorios improvisados, como bandas elásticas de caucho o papeles delgados, también generan problemas. El caucho se adhiere con el tiempo y mancha los billetes, mientras que los materiales sin protección adecuada permiten la entrada de humedad o deforman el papel.
¿Dónde atesorar los dólares?
Las cajas de seguridad bancarias son la alternativa más tradicional y confiable para resguardar dinero en efectivo u objetos de valor. Suelen estar en cámaras acorazadas y cuentan con estrictas medidas de seguridad, como controles de acceso y vigilancia constante.
Además, ofrecen protección frente a robos e incendios. Sin embargo, su disponibilidad puede verse limitada por la alta demanda, ya que no siempre hay cupos suficientes. Por lo general, los bancos publican los requisitos, condiciones y beneficios de este servicio, lo que facilita comparar antes de tomar una decisión.
Para quienes prefieren mantener efectivo en casa, la opción más razonable es instalar una caja fuerte doméstica certificada. Estas deben estar homologadas, contar con resistencia al fuego y, de ser posible, fijarse al suelo o la pared en un lugar poco evidente. Una caja de baja calidad o sin certificación apenas representa una barrera real frente a intrusos, por lo que puede dar una falsa sensación de seguridad.
Por Danna Valeria Figueroa Rueda