La ciudad de Rosario se rindió anoche ante la figura de Ángel Di María, quien se convirtió en el héroe del clásico al marcar el gol que le dio la victoria a Rosario Central sobre Newell’s Old Boys.

El tanto no solo definió el encuentro, sino que desató una explosión de euforia en el Gigante de Arroyito y reflejó la profunda emoción del propio delantero.
El partido, disputado en el marco de la sexta fecha del Torneo Clausura, mantuvo a los aficionados en vilo hasta los últimos minutos. Sin embargo, fue la magia de «Fideo» la que rompió el equilibrio y le otorgó el triunfo al «Canalla». Tras la jugada que culminó en el 1-0, el delantero corrió a celebrar frente a la hinchada, visiblemente conmovido por el momento.
Las cámaras de televisión y los fotógrafos captaron la intensidad de la celebración, que se extendió desde el campo de juego hasta las tribunas, donde los hinchas coreaban su nombre. La emoción de Di María, que ha regresado al club que lo vio nacer, se hizo tangible en cada abrazo con sus compañeros y en la visible alegría de su rostro.
Este gol no es solo un resultado deportivo; es el broche de oro al regreso de un ídolo, que con su talento y su compromiso, ha devuelto la ilusión a la hinchada. La victoria en el clásico, y de la forma en que se consiguió, queda grabada en la memoria de los rosarinos como una de las postales más emocionantes de este Torneo Clausura.