El Mercado Central San Pedro de Cusco, uno de los recintos más tradicionales de la ciudad, celebró el pasado 7 de junio de 2025 su centenario de creación institucional. Con motivo de esta importante fecha, el Gobierno Regional Cusco entregó una resolución de reconocimiento, reafirmando así el compromiso de las autoridades locales con la preservación de este patrimonio que combina historia, cultura y tradición.
La ceremonia, encabezada por el gobernador regional Werner Salcedo Álvarez, se realizó en el mismo mercado con la presencia de comerciantes, autoridades y visitantes. Allí, se destacó la importancia de este recinto como un espacio que no solo abastece de alimentos a la ciudad, sino que también funciona como un punto de encuentro de identidades, memorias y expresiones culturales.
Reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Nación
El reconocimiento regional se suma a otro logro histórico: en noviembre de 2024, el Ministerio de Cultura declaró al Mercado San Pedro como monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. Esta distinción, otorgada mediante la Resolución Viceministerial N° 000331-2024-VMPCIC/MC, resalta su valor arquitectónico, social y cultural.
El mercado, conocido originalmente como Mercado Frisancho en honor al alcalde Manuel Silvestre Frisancho, adoptó su actual denominación en 1925. Desde entonces, se convirtió en uno de los espacios comerciales más representativos del Cusco, ubicado estratégicamente entre las calles Túpac Amaru, Ccasparu, Ghoring y la Plaza San Pedro.
El gobernador Werner Salcedo destacó en su discurso que la protección de recintos como San Pedro asegura que estos lugares permanezcan como referentes de identidad y cohesión social, además de consolidarse como un atractivo turístico de alcance nacional e internacional.
Arquitectura e innovación en su tiempo
El Mercado Central San Pedro no solo es un espacio de intercambio comercial, sino también un referente de la arquitectura cusqueña del siglo XX. Su construcción marcó un cambio trascendental al pasar de los mercados al aire libre a una estructura cerrada con una tipología arquitectónica moderna para su época.
Su diseño, caracterizado por un techo metálico y espacios amplios, fue parte de una tendencia internacional de innovación que llegó a Cusco, y que permitió organizar mejor la distribución de los productos. De esta manera, el mercado se consolidó como un espacio funcional, seguro y duradero, que hasta hoy se mantiene en uso.
Un centro vivo de cultura y tradición
Actualmente, el Mercado San Pedro alberga a más de 1 000 comerciantes que ofrecen una gran variedad de productos, desde abarrotes, carnes y frutas frescas hasta quesos, panes, café, chocolate, flores y artesanías. Además, es un espacio donde se mantienen vivas lenguas originarias como el quechua y donde se transmiten conocimientos ancestrales vinculados a la alimentación y el comercio.
Su vitalidad lo convierte en un lugar imprescindible tanto para los cusqueños como para los turistas nacionales e internacionales, que encuentran allí una experiencia auténtica cargada de sabores, aromas y tradiciones. El mercado es también un punto de socialización y de memoria colectiva que refleja la identidad cultural de la ciudad.
Compromiso de las autoridades y mejoras proyectadas
Durante la ceremonia del centenario, el gobernador regional recordó su propia experiencia personal con este espacio, señalando que, en su niñez, acudía al Mercado San Pedro para desayunar y almorzar antes y después de asistir al colegio. “Porque eso es San Pedro, cuida a sus hijos cusqueños”, expresó emotivamente.
Además, anunció una serie de medidas para fortalecer el mercado, entre ellas la mejora de la infraestructura, capacitaciones a los comerciantes y un plan de preparación para atender el incremento de visitantes que se espera con la llegada de trabajadores de diversas obras que se ejecutarán próximamente en la ciudad.
Un motor de identidad y desarrollo turístico
El centenario del Mercado San Pedro no solo es un motivo de celebración, sino también una oportunidad para reflexionar sobre su rol en la vida cusqueña. Este espacio se ha consolidado como un motor de desarrollo local, al dinamizar la economía de miles de familias y atraer a viajeros que buscan conocer más de cerca la riqueza cultural del Perú.
El reto, según remarcaron las autoridades, es garantizar que este patrimonio se conserve para las futuras generaciones, manteniendo el equilibrio entre su función comercial, su relevancia cultural y el turismo responsable.
Consejos para los visitantes
Quienes visitan el Cusco encuentran en el Mercado San Pedro un lugar ideal para explorar sabores auténticos y llevarse recuerdos únicos. Especialistas en turismo recomiendan recorrerlo en horas de la mañana, cuando los productos frescos recién llegan, y aprovechar para degustar un desayuno típico andino, con opciones como jugos naturales, mates de hierbas y panes tradicionales.
También se aconseja interactuar con los comerciantes, quienes transmiten historias sobre los productos y sus orígenes, enriqueciendo así la experiencia del visitante.
Un legado que trasciende generaciones
Con sus 100 años de historia, el Mercado San Pedro se mantiene como un espacio emblemático del Cusco que combina lo cotidiano con lo extraordinario. Es un testimonio vivo de cómo la tradición y la modernidad pueden convivir, y de cómo un mercado puede transformarse en un símbolo cultural de alcance mundial.
El reconocimiento otorgado por el Gobierno Regional y su declaración como Patrimonio Cultural de la Nación refuerzan su valor y aseguran que continúe siendo un referente para la identidad cusqueña y un punto de encuentro para quienes visitan la Ciudad Imperial.