Sergio Hernández, de 68 años, y su esposa Eleuteria Castillo, de 66, ambos ciudadanos mexicanos, decidieron autodeportarse tras vivir 36 años en Estados Unidos. Por miedo a las redadas migratorias, regresarán a Puebla, México, con una sola maleta, su cotorra y sin ahorros.
Tras 36 años en EE.UU., estos mexicanos vuelven a su país por miedo a las redadas
La pareja llegó a Estados Unidos a finales de la década de 1980, poco después de que concluyera el programa de amnistía migratoria de 1986, lo que les impidió regularizar su estatus legal y los llevó a vivir de manera indocumentada en el país norteamericano. Según ellos, no tienen antecedentes penales.
“Es algo frustrante que no pueda ni salir, no puedes vivir una vida tranquila. Normalmente, yo acudía a la iglesia, pero hasta ahí está la amenaza de que me pueden agarrar”, afirmó Hernández en una entrevista con Telemundo.
A su vez, indicó que la falta de recursos los obliga a priorizar necesidades básicas: “Tienes que tomar la decisión entre comer y pagar la renta, además de enfrentar la amenaza de perder la asistencia médica”.
Tras llegar a Estados Unidos, trabajaron “en todo lo que se pudo”, recordó Castillo, como ayudante de jardinería, limpieza y construcción. Criaron a sus dos hijos, quienes a su vez les dieron cinco nietos. “Eso es lo más difícil”, afirmó la mujer.
La mexicana compartió el difícil momento de dejar atrás su hogar y a su familia después de tantos años: “Me voy con muchos sentimientos encontrados, mucho miedo, porque lo que dejo aquí nunca más lo voy a volver a ver. No voy a volver a ver a mi hija, me duele. Se acabó. Aquí se quedan mis hijos y mis nietos. Es otro nuevo reto, hay que echarle muchas ganas y se necesita mucho valor”.
De EE.UU. a México: cómo los migrantes enfrentan la autodeportación
Aunque regresan a México sin ahorros, la pareja lleva consigo a Petaca, su cotorra, a la que consideran su “compañera terapéutica”, según detalló Univision. Para su repatriación y traslado cuentan con el apoyo del Consejo de Federaciones Mexicanas (Cofem), una organización comunitaria que brinda ayuda a inmigrantes latinos en Estados Unidos.
Transportar a la mascota es un reto logístico, ya que las aerolíneas generalmente no aceptan aves ni como equipaje ni como animal de apoyo, explicó Francisco Moreno, director de la organización. “Estamos haciendo una colecta y también los vamos a llevar personalmente a la frontera para que tomen ya sea su avión o su autobús hacia su destino”, afirmó Moreno.
El representante de Cofem indicó que la tendencia de los latinos a autodeportarse no es un hecho aislado: “Este es el reflejo de muchas familias, más aún en un contexto tan grave en el que nos están aterrorizando”.
Una vez lleguen a Puebla, la pareja podrá integrarse al programa México te abraza, una iniciativa del gobierno que ofrece orientación a personas repatriadas, les brinda asistencia médica y asegura su transición al país latinoamericano.
Carlos González Gutiérrez, el cónsul general en Los Ángeles, detalló que, una vez solicitada la carta de repatriación, tendrán acceso a diversos apoyos: “Entre estos beneficios están la información sobre empleos, programas sociales, atención médica inmediata y posible afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)”, indicó.